(Libertad Digital) El 10 de diciembre de 2004, en el Centro Español de Moscú, la cuantía prometida por José Luis Rodríguez Zapatero fue de 6.090 euros al año, el equivalente a la pensión contributiva por jubilación para mayores de 65 sin cónyuge a su cargo y que supone un desembolso estatal de poco más de tres millones de euros anuales.
El Gobierno acordó ingresar este dinero de forma proporcional y trimestral a 237 españoles de Rusia, 127 de México, 78 de Venezuela, 63 de Chile, 33 de Ucrania y cinco de Georgia, pero la realidad es que a día de hoy no se ha hecho llegar lo acordado a muchas de estos hijos de la República, según informa este lunes el diario El Mundo. Concretamente, en Venezuela no han visto un euro y desde allí ya se ha hecho llegar el siguiente mensaje: “Por favor, apresúrense a cumplir lo prometido, o en su defecto tendrán que hacernos los depósitos en el Banco de San Pedro. Porque estaremos todos muertos”.
Un engaño
Pero es que la carta llegada desde Venezuela dice mucho más: “A fin de poder demostrar nuestro derecho a esa ayuda se nos está exigiendo el pasaporte con el que llegamos a Venezuela hace 66 años. ¿Quién de ustedes posee un pasaporte de esa fecha? Hasta el día de hoy, 26 de diciembre, no hemos recibido noticia alguna sobre el ofrecimiento hecho. Es deplorable que se nos engañe de esta manera. El más joven de nosotros pasa de los 70 años largos. No fuimos los causantes de la guerra, fuimos unas víctimas de ella, es muy probable que si nos hubiésemos quedado en España hoy día no estaríamos en el estado de pobreza en que nos encontramos”.
Cuando Rodríguez Zapatero visitaba Moscú acompañado del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, había 237 octogenarios españoles. Hoy sólo quedan allí 220 ancianos y “sólo han pagado el primer trimestre, y con retraso. Luego se han olvidado de hacerlo”, comenta Manuel Arce, niño de la guerra, presidente de la Fundación Nostalgia: “Han reclamado a la embajada y les han dicho que no hay dinero, que quizás al año que viene. Esto ha sido un desengaño”.
El Mundo confirmó los impagos por distintas vías en el propio Centro Español en Moscú, pero el Ministerio de Caldera lo niega y sólo pone excusas. Un portavoz señaló que “la orden de pago se dio en diciembre”, y que el dinero debería “estar allí”. Las mismas fuentes explicaron que “en Rusia está todo pagado, salvo algún caso concreto. A no ser que la burocracia rusa o el banco estén reteniendo las pensiones”. En Venezuela lo atribuyen a “casos concretos” por presentar “tarde la solicitud” o a “erratas o fallos en algún dígito” de la cuenta.