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LA PRENSA DE UN VISTAZO

El País pone en el disparadero a De la Vega y el PSOE abochorna a Público

La surtidísima mesa de desayuno donde Zapatero departió con sus antaño odiados "especuladores" es imagen destacada en muchos diarios. En otros, hay protagonistas inesperadas: De la Vega se convierte en el objetivo de los dardos de El País.

El diario de Prisa pasa de puntillas por el suculento desayuno de Zapatero en Washington y sus intentos de convencer a Wall Street de las bondades de sus políticas. Hay foto, pero el grueso de los titulares están dedicadas a las luchas intestinas en el PSOE de Madrid, a las libradas en el Consejo de Ministros, y a la mantenida por la vicepresidenta del Gobierno y la recién destituida presidenta del CIS, Belén Barreiro.

El diario de Prisa afirma que María Teresa Fernández de la Vega forzó a Barreiro a retrasar el sondeo de julio para tratar de obtener un resultado más favorable para Zapatero, una información que el organismo se esforzaba en desmentir este martes. El diario apunta a fuentes solventes y, aunque recoge la versión del entorno de la vicepresidenta de que el retraso en la fecha estuvo consensuado con los partidos políticos, El País indica que a algunos, como IU, se les informó después de la decisión y que en el PP no pudieron confirmar que hubiera conversación alguna sobre el tema. Para ahondar en la herida, uno de los columnistas de cabecera del diario, Javier Pradera, critica con dureza las prácticas de la vicepresidenta, sin citarla, al lamentar que haya políticos capaces de convertirse en "especialistas de la generalidad, supuestamente capacitados para opinar sobre lo divino o lo humano". Ataca también a quienes viven cualquier crítica a sus decisiones "como una ofensa personal" y a quienes prestan una "atención obsesiva a los sondeos".

No es el único disgusto que se habrán llevado en el Gobierno en las páginas de su antaño diario amigo. El País sigue haciendo sangre con la accidentada elección del emplazamiento para el almacén de residuos nucleares. Ahora cuenta que Miguel Sebastián no obtuvo el beneplácito de sus compañeros por no haber conseguido el sí de Francisco Camps para Zarra. En un Consejo de Ministros que debió de ser movido, cuentan que el desautorizado ministro de Industria arguyó que en el gobierno valenciano se escondían para no contestar a sus requerimientos.

Si en El País son cada vez menos noticia las críticas al Gobierno, no ocurre lo mismo con Público. El diario de Roures se enfada este martes porque lo ocurrido en Benidorm les estropea un titular que habría salido redondo. Público ensalza en portada y en páginas interiores la "democracia interna" en el PSOE. "Baño de democracia interna", llegan a decir. Pero lo ocurrido en la localidad alicantina desbarata la imagen idílica del partido, como se apunta en páginas posteriores. En su columna, el subdirector, Manuel Rico, afirma del episodio de colocar como candidato al tránsfuga amigo de la madre de Leire Pajín que es "bochornoso" y "emborrona" el expediente del PSOE.

Los diarios también se hacen eco de la decisión de la Junta de Andalucía de pagar a las mujeres vejadas por el franquismo. ABC destaca el hecho de que bastará con una declaración jurada. El País, que aplaude la idea, cuenta para ilustrar la noticia el caso de Ana Macías, una anciana de 91 años que, según sus propias palabras, fue "bien pelá" por los falangistas. A Ana le "da la risa" recordar el episodio y cuenta que recogerá el dinero para su hija y sus nietos.

La apertura del año judicial es información de portada también para diarios como La Razón, que enfatiza las críticas a la posibilidad de que el CGPJ quede troceado, aspecto también destacado en La Gaceta. ABC dedica su editorial al maltrecho estado de nuestro sistema judicial y especula con que los objetivos del Gobierno en las reformas que tiene en marcha sean conseguir "una justicia débil, fragmentada y sin instituciones centrales fuertes". En El Mundo, Javier Gómez de Liaño también alerta sobre el estado de nuestras instituciones judiciales.

El diario de Pedro J. también habla del 11-M con motivo de las palabras de las víctimas en el Congreso, invitadas a dar su opinión sobre la ley que llevará su nombre. La peor parte se la llevó Alfredo Pérez Rubalcaba cuando tuvo que escuchar las críticas de víctimas de los atentados de Madrid, que denunciaron que siguen sin saber quién es el autor intelectual y los intentos de Interior de obstaculizar la investigación. En el editorial, apunta el diario que "el ministro demuestra una vez más que todavía queda mucho que explicar".

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