El Papa dijo: "Saludo ahora cordialmente a los fieles de las parroquias Santa Joaquina Vedruna, de Barcelona, y Santa Catalina de Siena, de Madrid, que participan en esta oración mariana. Queridos hermanos: que la visita a las tumbas de los Apóstoles os confirme en vuestro compromiso de total entrega a Cristo y a su Iglesia".
Durante uno de sus primeros actos públicos, una audiencia a la prensa internacional el sábado 23 de abril, Benedicto XVI no habló en español, pero sí en otros idiomas, lo que había causado sorpresa dado que Latinoamérica es el principal centro de fieles de la Iglesia Católica. Días después, en la audiencia pública general del miércoles 27, sí tuvo una intervención en castellano, que ahora ha vuelto a repetir tras el Regina Coeli.
El Papa tuvo este domingo palabras de afecto para su antecesor, Juan Pablo II y, en esta jornada del Primero de Mayo, subrayó también la importancia de la dignidad del trabajo. El Pontífice recordó la figura familiar de Juan Pablo II asomado a la misma ventana del Palacio Apostólico cada domingo y, sobre la celebración destacó la necesidad de que los jóvenes tengan trabajo.
Benedicto XVI dijo que cada domingo, Juan Pablo II fue fiel a una cita que se convirtió en una costumbre amable que acompañó durante más de un cuarto de siglo la historia de la Iglesia". Tras afirmar que "sentimos cercano más que nunca" a Juan Pablo II, el Papa quiso agradecer el apoyo recibido en estos primeros días como Pontífice en forma de la oración de los creyentes y de los mensajes recibidos desde todas partes del mundo.
Antes del rezo del Regina Coeli, el Papa recordó que este Primero de Mayo es un día importante para los trabajadores y para todos los que se llaman José "como yo" y puso énfasis en la importancia del trabajo y de la presencia de Cristo en el ámbito laboral. Terminó con que desea que "no falte el trabajo, especialmente para los jóvenes, y que las condiciones laborales sean cada vez más respetuosas de la dignidad de la persona humana".