L D (EFE)
Riboldi, en una entrevista concedida al diario sureño italiano "Corriere del Mezzogiorno", señaló que aspirar a convertirse en azafata de un programa de televisión cuyo único cometido es mostrar el físico es una manifestación de "inmoralidad, un modo de venderse al precio que sea".
Pero esos no son los únicos pecados para el prelado, quien también incluye no respetar el código de circulación, ya que se pone en riesgo la vida de los demás. Otros pecados de nuestro tiempo para Riboldi son vestirse de un modo insinuante, exhibir las riquezas, abandonar a los animales o la convivencia fuera del matrimonio.
Pero esos no son los únicos pecados para el prelado, quien también incluye no respetar el código de circulación, ya que se pone en riesgo la vida de los demás. Otros pecados de nuestro tiempo para Riboldi son vestirse de un modo insinuante, exhibir las riquezas, abandonar a los animales o la convivencia fuera del matrimonio.
