(Libertad Digital) El abogado de las víctimas del incendio de Guadalajara, Miguel Solano, ha señalado que el estudio presentado por familiares de las víctimas del incendio de Guadalajara es un "sobreinforme" que solicitaron al ingeniero superior de Montes, José Miguel Montoya, porque "nadie quería hacer un informe, en esta profesión los titulados son muy pocos y la gran mayoría están vinculados a la Administración y aquí nadie se quiere mojar".
El informe del perito destaca la "gravísima cadena de negligencias" de la administración pública. Según el abogado de las víctimas, una de las cuestiones que sostienen el peritaje es que "los primeros minutos son fundamentales" para que una cosa que se puede solucionar inmediatamente se gestiones correctamente.
Algunas de estas negligencias son, por ejemplo que los tratamientos selvícolas son del 0,05 de lo que realmente correspondía por el número de hectáreas; el señor del 112 (que está puesto por la Junta de Castilla-La Mancha) no estaba localizable más de una hora después del comienzo del fuego; llamadas a este número de Emergencias de vecinos que explicaban que el fuego no se había rematado y por eso se reavivó a la mañana siguiente; el envío de expertos que no conocían con detalle la zona; no había puesto de mando avanzado que se instaló cuando ya se conocían las 11 víctimas; varias máquinas permanecieron paradas más de una noche o incluso decir que se esperasen a varios retenes que estaban disponibles para actuar en el incendio.
Aún así, el abogado de las víctimas del incendio de Guadalajara, Miguel Solano, ha indicado que es más que significativo que en el primer informe oficial de la Junta de Castilla-La Mancha que preside Barreda explicaba que las coordenadas para la correcta localización del incendio correspondían a alas de un pueblo de Finlandia: "Se puede comprobar en Google, se meten las coordenadas y sale la foto de satélite de este pueblo de Finlandia. Esto lo ha descubierto el perito. El primer informe se equivoca. Y el segundo y el tercero, porque se van copiando unos de otros.
Otro ejemplo, ha insistido Solano, es que a las 16:00 de la tarde, los pocos aviones en la zona del siniestro se retiraron y como no funcionaban las comunicaciones aire-tierra, no se avisó al retén de que el fuego era ingobernable y, por tanto muy peligroso.