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El reproche de El Mundo a la Casa Real y la Belle Epoque de Alberti en la Guerra Civil

La noticia más destacada en la prensa es la reunión el miércoles entre Zapatero y Rajoy. Todos lo ven como un intento, desde el Gobierno, de tomar aire ante las malas noticias económicas. Todos... menos uno: El País prefiere repartir las "culpas".

Según El Mundo, Zapatero ha llamado a Rajoy "asustado" por la crisis. La Razón apunta que se ha visto "obligado" a recurrir al líder del PP, que acudirá "al rescate". ABC destaca que lo hace 18 meses después de la última cita. Pero El País prefiere el plural para su información. Dice que se reúnen "acuciados por la crisis y las encuestas". Y apunta que "se han visto obligados" a verse. Cabe preguntarse cuál es el problema de Rajoy con los sondeos que, por el momento, le dan como ganador en las generales. Y en qué le afecta la crisis cuando aún es líder de la oposición sin responsabilidad gubernamental alguna.

A la espera de la foto en las escalinatas de Moncloa, otra imagen, la de los renovados Príncipes de Asturias en la web de la Casa Real, es noticia en toda la prensa. El Mundo va más allá: lleva la imagen a portada, con una comparativa de las imágenes de Don Felipe, evidenciando que el rostro es el mismo y que, de nuevo, se ha jugado con el Photoshop en Zarzuela. Algunos, sin embargo, no lo ven: La Razón acude a un experto, que apunta, sorprendentemente, que el uso de este popular programa informático ha sido mínimo: "Se ha limitado a suavizar mínimamente la imagen, ya que el ligero maquillaje aplicado a su Alteza Real disimula muy bien las pequeñas incorrecciones de la piel". ¿Seguro?

Mientras La Razón hace un "análisis corporal" a la imagen de los Príncipes juntos –habla de su "actitud natural" y "relación igualitaria"–, El Mundo hace de los retoques tema de editorial. Habla de "burdo montaje de corta y pega" y advierte que "transmite idea de poca seriedad", de "monarquía virtual" y le resta, apunta "autenticidad". "No es de recibo", continúa, que la Casa Real negara "la evidencia", en alusión a lo que se contestó desde Zarzuela a El Mundo, que cree que así se alimenta una "polémica inoportuna". El columnista David Gistau se suma al tema y se pregunta si "es posible que hayan entregado en préstamo la figura del Príncipe de Asturias" desde el Museo de Cera para el posado real.

En La Gaceta, continúa hablándose de José Bono. A las nuevas revelaciones de hoy sobre sus áticos de lujo en Estepona, se suman, aún, las diversas reacciones en la prensa sobre el caso. El director, Carlos Dávila, espera que "nadie del PSOE" tenga la ocurrencia de inventarse que existe una "pinza Gaceta-Público", en alusión a las informaciones del diario de Roures sobre el caso. También se habla, en el interior, de la posición de El Mundo: comparan dos editoriales sobre Bono con diferentes conclusiones.

En El País se comentan enfados políticos. Por un lado, el de Tomás Gómez con José Blanco. El socialista madrileño se desahogó en la última Ejecutiva del PSM y, según el diario de Prisa, dijo, solemne, que no iría a Moncloa ni aunque le llamaran para ser vicepresidente. También hay enfado, cuenta el diario, en el Congreso con Rosa Díez. El diario de Prisa no desaprovecha la ocasión para arremeter contra la líder de UPyD y se queja de que haya pedido a la Cámara la supresión de "lo que ella llama privilegios", es decir, la jubilación dorada de los diputados. El País apunta a la irritación de los parlamentarios con ella y la acusa de no haber renunciado a las pensiones de eurodiputada y ex consejera vasca.

Entre políticos y monarquía, también hay espacio en la prensa para la literatura. Dos diarios, El Mundo y El País, se hacen eco de la reedición de "Las Armas y las Letras", de Andrés Trapiello. El diario de Pedro J. destaca, con sorpresa, que en un documento del que se hace eco la obra el poeta Rafael Alberti, de conocidas ideas comunistas, definió la Guerra Civil, en 1965, como la Belle Epoque. El Mundo destaca la frivolidad del poeta, que deja ver así cómo vivió él, en realidad, uno de los periodos más trágicos de la Historia española. El País recoge la misma frase en su reportaje pero prefiere no darle una relevancia especial.

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