Otro asesinato impune.
No será el último, por supuesto.
En el recreo, algunos "se burlaban de Cristina y la empujaban" Y yo me pregunto por qué estas jóvenes tan atendidas por el Ministerio de Educación, las consejerías de lo mismo y el Ministerio de igualdad, hasta el punto de que no deben preocuparse por embarazos indeseados porque la solícita administración les proporcionará la píldora del día después o el aborto clandestino y gratuito, no deben preocuparse por la calidad de sus orgasmos, que para eso la Administración les proporciona mapas de excitación clitoridiana, y no deben preocuparse por SABER, porque pasarán de curso aunque suspendan, por qué nadie cuidaba que estas niñas no se agredieran en el recreo, que nadie las insultara, por qué nadie se preocupaba por su seguridad en esos recreos que luego aparecen en You tube. Ya es hora de que esa gentuza dé la cara en los juzgados, ya va siendo hora de que alguna asociación de padres la denuncie, ya es hora de que alguien se preocupe por las cosas serias. Si los jóvenes iban a beber y otras cosas a ese lugar dónde la han encontrado ¿por qué no había vigilancia del ayuntamiento?
Es de esperar que a la presunta autora del asesinato la condenen, por lo menos, a 5 fines de semana sin postre. Nuestra legislación es poderosa y contundente. Que birria de país.
CRISTINA EMPUJADA EN EL RECREO.
No debéis alarmaros, pues ahora, una legión de psicólogos, pedagogos y psico-pedagogos tratarán de convenceros de que el mal no está en la falta de corrección que se practica, por imperativo legal -y paterno, en numerosísimos casos- con los alumnos, a quienes todo, absolutamente todo les está permitidos, porque si algún maestro osara reprende y castigar a quienes incurren en tan reprensible práctica, inmediatamente recibiría el rechazo de los padres, de sus compañeros "progres" y del equipo directivo del centro, por cortar e impedir la libre expresión de los sentimientos y la "creatividad" de los discentes. U otra chorrada cualquiera que se les "escurra" de sus preclaras mentes.
Y, por recomendación del equipo docente y de la propia Inspección, con toda seguridad, deberá pedir disculpas a los padres, agradeciéndoles que no lo denuncien a la Inspección, que sin dudarlo le abriría expediente.
Así están las cosas en la enseñanza desde hace mucho tiempo, al menos desde 1982, por molesto que resulte leerlo e incorrectamente político que resulte denunciarlo. Las cosas son como son y que cada palo: padres, profesionales y autoridades educativas, aguante su vela.