L D (Europa Press) Esta "tregua" --que se extenderá dos semanas más dado que no hay sesión plenaria hasta el próximo 22 de junio--, se produce tras los episodios de tensión que se produjeron la semana pasada en el Pleno después de que cuatro diputados de ERC intentaran hablar en catalán. El presidente del Congreso, Manuel Marín, que pidió repetidas veces que se respetara la normativa vigente, acabó expulsando de la tribuna a uno de los parlamentarios republicanos y amenazó con sanciones.
En una rueda de prensa en el Congreso, al término de la reunión de la Junta de Portavoces, Tardá señaló que el acuerdo para la reforma del Reglamento consensuado entre PP y PSOE "no habla de las lenguas" y que, por lo tanto", "todo está abierto" para poder alcanzar un acuerdo. Tardá reconoció los "avances" que se han producido en esta legislatura en materia de lenguas cooficiales y por eso se mostró convencido "sin ninguna duda" de que habrá acuerdo. Eso sí, en el caso de que "se cierren las puertas", su formación no tiene inconveniente en llegar a una situación de "insumisión lingüística". "Si nos tienen que echar, que nos echen, pero esperamos no tener que llegar a eso", añadió.
Por lo pronto, ha decretado una 'tregua', con la esperanza de que en las tres próximas semanas se pueda "bucear en el diálogo" y, aunque no se reconozcan las lenguas como derecho lingüístico, avanzar por lo menos en los usos. En este contexto, se preguntó por qué se pretende que haya consenso con el PP para el uso de las lenguas y el cambio del Reglamento del Congreso, y en cambio la política de pacificación abierta en el País Vasco por el Gobierno "no lleva el sello de la unanimidad".