Iñaki Gabilondo dejará en los próximos días la cadena generalista Cuatro, tras la fusión con Telecinco, para presentar un programa informativo en CNN+, el canal de noticias del Grupo Prisa. Si bien su perorata diaria se seguirá emitiendo en Cuatro.
En una entrevista concedida a El Periódico de Cataluña niega que este cambio sea "un paso atrás" y dice estar "muy contento de poder hacer algo parecido a lo que hacía en la radio. En Cuatro hacía un telediario, contaba las pequeñas noticias, pero para mí era un pequeño sufrimiento".
El periodista, buque insignia de Prisa, considera que la "la clave de todo esto es la decisión de Sogecable de convertir un canal de noticias como CNN+ en uno de programas informativos". Aunque reconoce que "en la decisión ha influido el hecho de que el papel de la empresa –Prisa– en Cuatro sea ahora mucho más minoritario que antes". Dice que en CNN+ hará "un informativo más en consonancia con lo que se supone que sé hacer".
Al preguntarle si tras la fusión seguirá criticando a Berlusconi, uno de sus blancos preferidos, Gabilondo dice que sí, "de hecho, hace cuatro días, con el proceso de fusión en marcha, ya le critiqué en el telediario de Cuatro. Con nombre y apellidos, y sin mayores problemas".
La respuesta más curiosa nos la encontramos cuando el entrevistador le sugiere que "encajaría perfectamente en la nueva TVE sin publicidad y sin las presiones del audímetro". Gabilondo, el de los suicidas con varias capas de calzoncillos, se nos pone dramático:
- Lo que voy a decir ahora es posiblemente lo que voy a decir con más tristeza en todos los días de mi vida. Creo que soy un comunicador muy, muy público. Incluso en la SER siempre tuve una mirada muy pública. Lamentablemente, desde la segunda legislatura de Aznar y con la guerra de Irak, hay un porcentaje alto de españoles que me tiene completamente descalificado, que me odia y que me considera el paradigma de todo lo que un periodista no debe ser. Estoy marcado por eso. Si yo fuera a la tele pública, habría protestas y escándalo. Lo digo con la más absoluta tristeza. Además, al ser progresista, se me ha vinculado a todo tipo de contubernios con el PSOE. Y algunos periodistas se han encargado de que eso no duerma.