Me das asco y pena IÑAKI GABILONDO, te perdono pero no olvido tus mentiras y tus manipulaciones ¡ has sido un vividor de PRISA!.
A mi la ira de Gabilondo me importa un bledo, lo que me molesta es la tergiversación, la mentira, la manipulación y la responsabilidad que tiene en que un oligofrénico nos gobierne rodeado de una corte de inútiles sectarios desde hace 7 años.
Cuando uno pertenece a un grupo de comunicación propiedad de un indivíduo que, por confesión propia, tiene más abogados en nómina que periodistas; que se permite expulsar de la carrera nada menos que a un Juez; que alardea que en España no hay cojones (sic) para negarla a él una televisión; entonces es muy fácil dejarse llevar por "la ira", a fin de cuentas tienes detrás al primo de zumosol.
El problema viene cuando se muere el amo, el grupo se viene abajo, le tienen que entregar la Tv nada menos que a Berlusconi y claro, se ve sin trabajo. Y ahora pide perdón.
Gabilondo, te significaste demasiado.
Olé tus cojines gabilordo.
El dia que te vea te voy a regalar mi calzoncillo, que yo si que llevo, no como los "suicidas" de las tres fuentes.
O sea que aznar, ¿hizo guerra sucia contra eta? Entonces ¿que fué lo de gonzalez?
Otro, debido a la transcendencia de sus declaraciones, posiblemente estaria en la carcel.....
Pero los tiempos cambian y quien sabe lo que puede pasar....
no hagamos leña del árbol caído... supongo que él no pensó igual de Urdaci, pero aun así no deberíamos cargar contra un periodista partidista, como muchos otros.
Iñaki! El fin justifica LOS MEDIOS.
Porque pedir perdon??? los izquierdosos casposos nunca perdonan porque ahora si los de derecha. vete con los terroristas suicidas so cabron..los españoles nunca te perdonaran que jugases con 195 muertos pàra tapar a tus señoritos...
No debería ser suficiente con pedir perdón.
Habría que devolver lo robado además.
todo lo que ha hecho ya está escrito y nunca se anulará. se debe pensar antes de acutar. No tienes ni venguenza ni honradez!
Mira Iñaki, hoy quienes os decís profesionales del periodismo y os dedicáis a hacer informativos, no informáis. Ninguno. Hoy no existen informativos, existen medios de comunicación que, cuando menos, manipulan por acción o por omisión. Y tan malo es manipular una noticia y aderezarla con algún ingrediente ideologizante como omitir algo que es crucial y necesario para que la noticia no esté mutilada y por tanto se de lugar a interpretaciones erróneas. Algunos estamos hartos de constatar esto, en Madrid, en Oviedo, en Salamanca, en Mahón, en Cádiz, en Granada, en San Sebastián, en Bilbao, en Pamplona, en tantos sitios Iñaki, y algunos hemos podido empaquetarlas todas y cada una de ellas. El tiempo y solo el tiempo es el principal maestro y nos suele enseñar lo que no enseñó quien tenía el deber moral y profesional de haberlo enseñado.
Dice Iñaki Gabilondo:
"Y he pedido perdón –continúa- por mi ira contra Aznar. Me ponían malo la Guerra de Irak y <a>el tema de ETA. Eso de que yo estaba con los verdugos, en vez de con las víctimas por apostar por el diálogo, me ponía malo. Soy vasco y esas bromas no me gustan ni un pelo. Si él iba de juego sucio, yo también sabía hacerlo. Pero me arrepiento de mi ira, porque pude agudizar enfrentamientos".
¿Qué es lo que le ponía malo a Gabilondo de la Guerra de Irak? Lo debería aclarar para que todos veamos qué características peculiares tenía aquella guerra que no tenga la Guerra de Afganistán (donde España lleva ya 90 muertos), guerra ésta de la que no ha dicho ni mu. Como dice él en la entrevista: "Las incondicionalidades son repugnantes". Exacto eso es lo que a muchos nos repugnaba de él.
Añade después eso de que se le criticaba, en lo de ETA, "por apostar por el diálogo", añadiendo:
"Soy vasco y esas bromas no me gustan ni un pelo."
Precisamente, él como vasco, sabe mejor que nadie que a los vascos esas bromas del diálogo (con los delincuentes que nos amenazan, extorsionan y matan) no nos gustan ni un pelo. Por eso, muchos vascos sacamos la conclusión de que su posición era debida y sólo debida a esas "incondicionalidades repugnantes" que le permitían "tener más dinero que la gente"; claro que, como el chiste del Judas catalán, cuando le afean haber vendido al Señor: "es que treinta monedas son muchas monedas".