Las declaraciones las realizó en Egipto, donde posteriormente dio un concierto en las Pirámides de Guiza ante un selecto auditorio formado por ministros, diplomáticos, empresarios y políticos, informa EFE.
La noche se inició dos horas antes, cuando los dos mil espectadores participaron en un banquete compuesto por langostino del mar rojo con salmón ahumado y lomo de ternera. "Uno de mis mejores recuerdos está en Egipto", confesó el cantante español, que actuó en el mismo lugar en 1981 invitado por el entonces presidente Anuar el Sadat.
Antes del concierto Julio Iglesias tuvo tiempo de hablar de la situación política española. El cantante está "convencido de que Felipe y José María, solamente con su instinto, son capaces de hacer mejor las cosas". Tal y como recoge Público, para el cantante español más internacional hay una veintena de políticos "sentados en sus casas" que son superiores a los que están en activo, "multiplicados por mil".
De estos, de los políticos en activo dijo que, en su opinión "no están preparados" y son "muy apasionados y charlistas, para no decir charlatanes, porque es una mala palabra". Y añadió: tienen "buen ritmo en las palabras pero muy mal ritmo en los hechos".
No sólo comparó a los políticos actuales con Felipe González y José María Aznar, sino que contrapuso la situación política con "la individualidad terriblemente creativa" que representan deportistas como Rafa Nadal, Fernando Alonso o las selecciones nacionales de fútbol y baloncesto.
Julio Iglesias siente que "el poder de hoy es un poder errado absolutamente", y que "España es como el Guadiana: de repente desaparece, de repente aparece".
Además, denunció "el lugar marginal que ocupa España" en el ámbito de la educación, ya que "debía estar entre los diez primeros en proporción a sus avances económicos y sociales".