Diarios como ABC y La Razón lo tienen claro: la vencedora clara en el primer enfrentamiento con el vicepresidente en el Congreso fue Soraya Sáenz de Santamaría. El diario de Vocento le dedica incluso la portada bajo el título "el antídoto contra Rubalcaba". En La Razón apuntan, incluso, que Santamaría le "acorraló" y le "desarboló". También se gana Soraya los elogios de Raúl del Pozo en El Mundo aunque quizás no le gusten a alguna feminista: "Con su rebequita azul, no perdió la calma". Dice que le preguntó qué sintió al enfrentarse con "Mefistófeles". Ella contestó que pensó en su madre pensionista y no sintió "vértigo alguno". Y apunta que Rubalcaba lo tendrá difícil porque "no va a poder emplear las armas que emplearía con un diputado".
Todo lo contrario ocurre en El País, en pleno viraje tras el encumbramiento en el Gobierno de Rubalcaba. En el análisis de Fernando Garea se interpreta que el ministro atrajo en el Congreso "el discurso más radical" del PP y apunta que en el partido "desenterraron el 11-M, los GAL y el caso Faisán". "Buscan ensuciar al Gobierno sin excesivo esfuerzo" a costa, cuenta, "de quitar el foco sobre la economía". Y alerta a Soraya de críticas en el seno de su propio partido por este cambio de estrategia –aunque el partido ya ha preguntado 26 veces al ministro del Interior por el chivatazo– : "Diputados veteranos aseguraban luego en los pasillos que Santamaría no debería hacerse acompañar de esa forma". Por si fuera poco, el editorial está dedicado, por completo, a un PP al que ven tan radicalizado como lo está retratando el Gobierno. Advierten al partido de que "está sacando de nuevo en procesión a sus peores fantasmas", de que su oposición es "inoportuna", vaya por dios, por las "expectativas generadas" en torno a ETA, y que actúan "contra sus propios intereses", porque los votantes socialistas que regresen al redil del Gobierno se verán "reforzados" en su opción "si los populares utilizan su discurso más agresivo".
El otro tema del día, además del fallecimiento de Néstor Kirchner, para el que no hay apenas críticas, es ETA. Los rumores, las declaraciones equívocas del Gobierno, los mensajes a la banda y los cada vez más visibles portavoces de Batasuna no son, a juicio de Luis R. Aizpeolea, signo de que haya una negociación en marcha. El periodista, uno de los más cercanos a Zapatero y que ha informado profusamente sobre las conversaciones con los terroristas, acusa al "ala más dura del PP" y "a sus terminales mediáticas" de ponerse "la venda antes de la herida". "Hoy no es como en 2006. Esta vez no hay ninguna negociación previa", dice. Apunta que el "revuelo" en torno a la banda puede deberse al "sectario temor de algunos a que ETA pueda acabar esta legislatura". Y afirma que Batasuna no presentará su marca blanca hasta que haya una declaración de la banda dejando las armas. Precisamente La Gaceta habla de ese comunicado de ETA que, según se ha venido hablando, se espera desde el Gobierno. Según el diario, habrá anuncio de que dejan las armas antes de 31 de diciembre o al menos eso es lo que piensan en el Ejecutivo. Antes, podría haber otro aceptando una verificación del alto el fuego. Entre las víctimas, mientras, existe "miedo", "impotencia" y "desconfianza" ante noticias como la excarcelación de 'Txelis'. Así lo afirma Ana Velasco Vidal Abarca en ABC.
En Público, las estrellas de la portada son los sindicatos. A UGT y CCOO parece que ya sólo les queda el diario de Roures para vender sus protestas. El eco a sus nuevas convocatorias de manifestaciones en el resto de la prensa, tras el fiasco de la huelga, es mínimo, pero en Público celebran sus nuevas ideas para salir de la crisis y su "redoblada presión", dicen, al Gobierno. Una ex política muy cercana a los sindicatos, la jubilada Cristina Almeida, concede una entrevista a El País en la que expresa su desencanto con la política actual y en especial, claro, con el PP: "Me cabrea cuando dicen las cosas que dicen". Revela que hay quien por la calle le dice que es de derechas pero que la respeta. "Y yo les contesto: no te preocupes, una desgracia la tiene cualquiera".
Y en los diarios aún resuenan las palabras de Arturo Pérez Reverte sobre Moratinos en Twitter. Arcadi Espada habla de la "extraordinaria decadencia" de que un tweet "acabe convirtiéndose en unas declaraciones". César Vidal, en La Razón, alaba al escritor pese a lo poco "versallesco" de sus palabras: su "doble pecado", apunta, es "el éxito y la independencia". "Una estirpe de gente que triunfa y que no tiene pelos en la lengua".