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La pérdida del cónyuge reduce los ingresos de las mujeres en España un 44 por ciento

Las viudas españolas son las más pobres de Europa. Según un estudio, la pérdida del cónyuge en nuestro país supone un descenso del 22 por ciento de los ingresos para los hombres y del 44 por ciento en las mujeres. Gran parte de las viudas en Europa pertenecen a las generaciones que no trabajaban fuera del hogar, por lo que no disponen de una pensión de jubilación y dependen en muchas ocasiones sólo de la pensión mínima.

L D (EFE) La pérdida de un cónyuge en España supone un descenso del 22 por ciento de los ingresos para los hombres y del 44 por ciento para las mujeres, lo que coloca a las viudas españolas entre las más pobres de Europa. Un documento de trabajo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, con datos del Panel de Hogares de la Unión Europea, resalta las grandes diferencias de renta entre las personas viudas en trece países europeos, así como las importantes diferencias por sexos.

Según la Fundación, al dolor por la pérdida del cónyuge se suman por lo general graves problemas derivados de un cambio radical en la situación económica, que, agrega, no parece que vaya a equilibrarse a medio plazo. Austria se sitúa a la cabeza entre los países donde los jubilados, tanto hombres como mujeres, reciben mayores pensiones, y Grecia y Portugal ocupan los dos últimos puestos.

El estudio resalta que gran parte de las mujeres viudas en Europa pertenecen a las generaciones que no trabajaban fuera del hogar y no participaban en el mercado laboral. Por ello, no disponen de una pensión de jubilación y dependen en muchas ocasiones sólo de la pensión mínima. El 31 por ciento de los europeos de más de 65 años son viudos, y de estos la mayoría son mujeres. Dada la mayor esperanza de vida entre las mujeres, su situación de viudedad y sus dificultades económicas tienen mayor duración que en el caso de los hombres.

La diferencia fundamental está en que la pensión de viudedad es mucho menor que la de jubilación, por lo que son las mujeres las que sufren mayores pérdidas económicas tras la pérdida del marido, ya que éste, a la muerte de la esposa, sigue percibiendo sus ingresos por jubilación. En España, sólo el 26 por ciento de las viudas reciben sus mayores ingresos gracias a su pensión de jubilación, frente al 88 por ciento de los viudos.

En España suman menos del 40 por ciento las personas viudas que viven solas, frente al 80 por ciento en países como Dinamarca, Holanda y el Reino Unido. Contribuye a la situación de convivencia con familiares el poco poder adquisitivo de las personas viudas y la estructura familiar en los países mediterráneos y católicos. El informe afirma también que las viudas que viven solas en España, Holanda y Austria, tienen más dificultades económicas que los viudos en la misma situación.

En Europa, el hecho de residir en una vivienda unifamiliar o compartir casa con un familiar no varía la situación económica de las personas viudas, con la sola excepción de España. En este país, las viudas que viven en compañía son las que tienen menos probabilidades de sufrir graves dificultades económicas: un 35 por ciento, frente al 45 por ciento entre las personas viudas que no comparten la vivienda.

Para calcular las pensiones mínimas de viudedad se toma actualmente en España el 52 por ciento de la base reguladora frente al 45 por ciento que se tomaba en 1999. El documento de la Fundación reclama modificaciones profundas y a corto plazo en las legislaciones europeas para reducir los desequilibrios por sexo en las pensiones, ante un previsible aumento del número de jubilados en el continente.

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