En un largo reportaje y coincidiendo con la actividad frenética de los artistas que no dan abasto entre tanto manifiesto, Público les dedica un extenso reportaje calificándolos como “artistas de izquierda comprometidos”. Recopila las opiniones de Rosa Regás, Willy Toledo, Álvaro Pombo o Juan Diego Botto, así como de analistas políticos o especialistas en imagen y comunicación política.
En opinión de Rosa Regás, la cultura española es “menos activa de lo que debería”. Únicamente sale a la calle “cuando una situación desborda los límites de lo comprensible y de lo razonable. (…) Está bien que nos unamos para lograr cambiar algo que no nos parece razonable. Puede ser a favor del No a la guerra, criticando la persecución a Garzón o manifestándonos en contra de las empresas eléctricas a raíz del apagón de Cataluña”, dice.
Juan Diego Botto improvisa una especie de reflexión. “Muchas veces se nos dice: vosotros, que no sabéis, no juzguéis. Y en mi opinión, lo que se quiere decir con esto, es: vosotros, que sois unos iletrados, dejad las opiniones para los que sepamos opinar. No hay mucha diferencia entre esto y pensar: ¡cómo vamos a dejar que voten los iletrados! Es la misma posición que la del autoritarismo”.
Para Regás es “natural” que la derecha se “posicione en contra de aquellas cosas que le impiden ganar votos, porque sus dirigentes piensan que la democracia consiste únicamente en eso, en ganar votos”.
La única voz que se diferencia de las demás en el reportaje es la del escritor Álvaro Pombo. Se siente fuera del grupo de “artistas de la zeja”, señala, que sólo están “en consonancia con el Gobierno”. Y recuerda que tal y como está planteado ahora el mundo de la cultura “es excluyente, porque parece que si no firmas con los actores, eres de derechas”.
Por su parte, la especialista en Imagen y Comunicación Política de la Universidad Complutense, Belén Anduela, señala que el peligro es que “a la sociedad española pueda llegar a cansar que sólo exista ese sector partidario de la política progresista”.