L D (EFE) Seis sobrinos carnales de García Lorca, sus legítimos herederos, señalaron no obstante en un comunicado que "es perfectamente legítima cualquier iniciativa de exhumación cuando vaya a enriquecer lagunas que pueda haber en la memoria pública". "Estamos convencidos, y en ello basamos nuestras opiniones, de que las circunstancias de la muerte de Federico García Lorca, por lo que se refiere a la constatación de la memoria histórica, son lo suficientemente conocidas como para que en su caso particular no haya que remover sus huesos", afirmaron.
El comunicado está firmado por los hermanos Vicenta, Concepción y Manuel Fernández-Montesinos García, cuyo padre, alcalde de Granada, fue también fusilado en agosto de 1936 ; y Gloria, Isabel y Laura García-Lorca de los Ríos. El pasado 1 de septiembre, la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica solicitó oficialmente al Ayuntamiento de Alfacar, localidad cercana a la capital, autorización para buscar los restos de dos personas que fueron fusiladas y enterradas junto con el poeta en una fosa común. La Asociación dijo que cursó la solicitud a petición de los nietos del maestro Dioscoro Galindo González y del banderillero granadino Francisco Galadí Melgar.
"Nada va a aportar a la verdad histórica"
Los sobrinos de García Lorca señalaron en el comunicado "que sus restos mortales estén más allá o más acá dentro del paraje donde se sabe que fue enterrado -porque esto también se sabe- nada va a aportar a la verdad histórica", agregaron. Según los herederos de Lorca, "exhumar los cadáveres de personas identificadas ya, enterradas luego en fosas comunes, podría llegar a falsear la historia".
"La existencia de una fosa común es parte de la verdad histórica. Además, en los tiempos que corren, existe el peligro de que, una vez desenterrados y trasladados los cadáveres los lugares de las fosas den paso a colonias de chalés", argumentaron. En el comunicado, apuntaron que "el derecho de los particulares que quieren enterrar a sus muertos en otro sitio es el derecho de la memoria privada". "A nuestro juicio es una opción que difumina la potencia de la memoria civil, pública, pues las muertes no fueron privadas sino públicas", agregaron.
García Lorca fue fusilado en la madrugada del 18 de agosto de 1936 y sepultado en una fosa común junto con el maestro Dioscoro Galindo González y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí Melgar y Joaquín Arcollas Cabezas.
El comunicado está firmado por los hermanos Vicenta, Concepción y Manuel Fernández-Montesinos García, cuyo padre, alcalde de Granada, fue también fusilado en agosto de 1936 ; y Gloria, Isabel y Laura García-Lorca de los Ríos. El pasado 1 de septiembre, la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica solicitó oficialmente al Ayuntamiento de Alfacar, localidad cercana a la capital, autorización para buscar los restos de dos personas que fueron fusiladas y enterradas junto con el poeta en una fosa común. La Asociación dijo que cursó la solicitud a petición de los nietos del maestro Dioscoro Galindo González y del banderillero granadino Francisco Galadí Melgar.
"Nada va a aportar a la verdad histórica"
Los sobrinos de García Lorca señalaron en el comunicado "que sus restos mortales estén más allá o más acá dentro del paraje donde se sabe que fue enterrado -porque esto también se sabe- nada va a aportar a la verdad histórica", agregaron. Según los herederos de Lorca, "exhumar los cadáveres de personas identificadas ya, enterradas luego en fosas comunes, podría llegar a falsear la historia".
"La existencia de una fosa común es parte de la verdad histórica. Además, en los tiempos que corren, existe el peligro de que, una vez desenterrados y trasladados los cadáveres los lugares de las fosas den paso a colonias de chalés", argumentaron. En el comunicado, apuntaron que "el derecho de los particulares que quieren enterrar a sus muertos en otro sitio es el derecho de la memoria privada". "A nuestro juicio es una opción que difumina la potencia de la memoria civil, pública, pues las muertes no fueron privadas sino públicas", agregaron.
García Lorca fue fusilado en la madrugada del 18 de agosto de 1936 y sepultado en una fosa común junto con el maestro Dioscoro Galindo González y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí Melgar y Joaquín Arcollas Cabezas.