En relación a la asignatura Educación para la Ciudadanía, el portavoz de los obispos señaló que en dicho manifiesto "queda claro" que dicha materia "constituye un riesgo de adoctrinación de los alumnos". "Esta asignatura que, además, es obligatoria, es un riesgo para instilar, meter en la cabeza de los alumnos, principios morales sobre el matrimonio, la familia según las ideas del partido de Gobierno", indicó Martínez Camino.
El sacerdote recordó que el documento "dice que se deben educar las conciencias", lo que, a su juicio, está "en contra de los principios de un Estado verdaderamente democrático". Sobre la asignatura de Religión, que será voluntaria y no computará para becas o acceso a la Universidad, Martínez Camino señaló que "no ha habido forma de hacer entender a sus interlocutores" –Ministerio de Educación— que "debe ser una materia seria y para ello debe computar como las demás"."No sabemos cómo va a quedar la asignatura de Religión hasta que no salgan los Reales Decretos, pero, por el momento, sigue habiendo algunos aspectos que no tutelarían, de manera suficientemente clara, los derechos de este 80 por ciento de los padres que piden anualmente y libremente la enseñanza de Religión Católica para sus hijos", insistió.
Preguntado sobre la unidad de España, el portavoz de los obispos recordó que no se la puede "dilapidar, ni romper así por así". En esta línea, señaló que es "un elemento esencial del bien común" y que "romper unilateralmente esa unidad" es una "actitud insolidaria". Al respecto, indicó que los obispos "han dicho claramente que no puede ser juzgado positivamente el independentismo y menos todavía el secesionismo". Por último, defendió "la obligación de los obispos de hablar, no de política, sino de las cuestiones morales que hay en el fondo de la política".