LD (Agencias) La titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, Elena Sancho, decretó este martes libertad provisional, pero con la obligación de comparecer los lunes y viernes de cada semana, para un agente del Cuerpo Nacional de Policía al que se le imputa un delito de abusos sexuales contra una de las internas del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).
Según el relato de la supuesta víctima, una inmigrante de nacionalidad venezolana, ella accedió a mantener relaciones sexuales con el agente "en tres ocasiones" en la sala de monitores del centro, a cambio de "alimentos especiales", como fruta, ya que "padecía problemas de estómago".
Tras la toma de declaraciones que se prolongó durante diez horas, la jueza estimó que "aunque existen indicios" de la comisión del citado delito, no concurren los requisitos necesarios para ordenar la privación de libertad del imputado, como solicitaron la Fiscalía y los tres abogados de la acusación particular. Según el auto, no se considera que exista riesgo de fuga o de manipulación de pruebas, y el agente tampoco cuenta con antecedentes penales.
El funcionario deberá, no obstante, comparecer los lunes y viernes de cada semana, una medida "insuficiente" según el abogado de dos internas, Jaime Rodríguez, quien planteó la posibilidad de recurrir la decisión de la juez. Según Rodríguez, el imputado cometió durante su declaración "continuas contradicciones" y basó su defensa exclusivamente "en la negación de todo aquello que se le preguntara".
El letrado declaró que el agente expuso que las internas "entraban en tanga al comedor" y que "como estaban desnudas dentro de los módulos, él prefería no entrar al módulo", algo que, según la acusación particular, "es gravísimo porque parece que en un momento dado, ante la provocación, podría claudicar".
Otro de los letrados, Carlos Roldán, representante del colectivo Málaga Acoge, aseguró que "mientras que, por un lado, el policía ha negado toda relación con la supuesta víctima, por otro, ha reconocido que se intercambiaron los teléfonos", y añadió que "estaba preparado para negarlo absolutamente todo".
Por este caso, tres policías permanecieron 11 días en prisión acusados de un delito de abuso sexual, y quedaron en libertad provisional sin fianza la semana pasada, mientras que el jefe de seguridad del CIE quedó en libertad con cargos el 2 de agosto acusado del mismo delito.