Un nuevo ejemplo de intolerancia se ha producido en la universidad pública. Para este miércoles estaba prevista una charla del cardenal Rouco Varela en la Facultad de Económicas de la Autónoma de Madrid. Sin embargo, en un alarde más de la falta de libertad en los centros del estado, grupos de estudiantes izquierdistas y antisistema se organizaron para reventar, incluso utilizando la violencia física, el acto presidido por el presidente de la Conferencia Episcopal.
En varias páginas web, estos colectivos se organizaron para "rechazar la presencia de Rouco Varela en la Universidad. Puedes traer cualquier material, así como tus mejores ideas para protestar." Para ello, los radicales habían quedado para este martes en la estación de tren de Cantoblanco, la que corresponde a la Universidad Autónoma.
El cardenal arzobispo de Madrid debía impartir la conferencia "El Dios desconocido para los españoles del siglo XXI", que se enmarcaban en una serie de charlas de preparación para la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en agosto del año que viene.
Ante esta tesitura, la delegada de Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, habló con Rouco Varela para advertirle de las amenazas de estos grupos de radicales. Fuentes del Arzobispado de Madrid han confirmado a LD que la Delegacíón le recomendaba no acudir a la universidad puesto que, según Valcarce, no podían garantizar la seguridad del representante de los obispos de los españoles ni de los asistentes.
Entre la libertad y la censura, de nuevo se ha impuesto la intolerancia en la universidad pública ya que la Facultad ha decidido suspender la conferencia del prelado de Madrid sin que las amenazas de los "estudiantes" hayan tenido consecuencias.
Es más, esta misma mañana, cuando debía celebrarse la charla, el redactor de Libertad Digital Fernando Díaz Villanueva ha sido testigo de cómo estos grupos circulaban libremente por la facultad. La protesta ha seguido en pie pese a que el cardenal ya no iba a acudir. En la estación de tren se concentró un piquete en el que se mostraban varias pancartas contra Rouco Varela y la Iglesia y se repartieron preservativos.
Sin embargo, mención especial merece la delegada del Gobierno, que cedió rápidamente y sin dudar ante las amenazas de los radicales. De hecho, el propio arzobispo podría haber realizado la conferencia sin problemas si la representante en Madrid del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero hubiera querido.