L D (Agencias) El presidente de Estados Unidos, George Bush, tiene previsto viajar a Texas este viernes para constatar los planes de contingencia de las autoridades locales, estatales y federales para paliar los posibles efectos de Rita. Durante casi toda la semana, Bush ha recalcado su mensaje de que ahora las autoridades sí están preparadas para lo peor: "Tenemos los recursos para ayudar a las autoridades locales, estatales y federales a responder de forma rápida y eficaz".
Más de un millón de habitantes en varias ciudades de Texas han acatado las órdenes de huir de la zona lo más pronto posible. Asimismo, las autoridades militares y todos los organismos federales ponen en marcha diversos planes para proteger la infraestructura –en especial las de la extensa industria petrolera en la zona– y a la población. El Ejército y la Guardia Nacional han tomado un papel más destacado en las operaciones sobre el terreno, algo que no sucedió con Katrina.
Aunque Rita ha bajado a categoría 4, de un máximo de 5 en la escala Saffir-Simpsom, arrastra vientos de 230 kilómetros por hora y los expertos advierten de que es un ciclón "extremadamente peligroso" desde que cobró fuerza en las calientes aguas del Golfo de México. Su cambio súbito de rumbo hacia la derecha a última hora de este jueves puede librar a Houston y Galveston, en Texas, de un golpe directo, y lo más probable es que toque tierra cerca de las localidades de Port Arthur o Lake Charles, en Luisiana.
El pronóstico más reciente del Centro Nacional de Huracanes es que el ciclón entrará más cerca de la zona ya azotada por Katrina el pasado 29 de agosto, y cuya fuerza dejó en ruinas a la ciudad de Nueva Orleans y a sus residentes desplazados por casi todo el país. Si sigue una trayectoria hacia el oeste-noroeste, el vórtice del ciclón se acercará al suroeste de Luisiana y la costa noreste de Texas este viernes. En Luisiana, la gobernadora Kathleen Blanco grabó un mensaje emitido a más de 400.000 hogares en la zona costera para advertirles de peligro inminente.
Rita es el noveno ciclón de la activa temporada atlántica, que concluye en noviembre próximo y en la que se han formado 17 tormentas tropicales. Este año, la naturaleza parece ensañarse con la geografía estadounidense, si se tiene en cuenta que 1915 fue la última vez que EEUU sufrió dos huracanes de categoría cuatro en una misma temporada, informó Efe .