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FUE DETENIDO EN 2005 POR BLANQUEO DE DINERO

Un búlgaro recibe tres disparos en la cabeza en Majadahonda en un posible ajuste de cuentas

El ciudadano búlgaro que este lunes resultó herido de tres disparos en la cabeza en Majadahonda (Madrid) es Peter Georget Morientes, de 39 años, detenido en septiembre de 2005 por la Guardia Civil en el marco de la Operación Viajero como cabecilla de una banda dedicada, entre otras actividades, al blanqueo de dinero. La Guardia Civil maneja como móvil más probable el ajuste de cuentas. El búlgaro, que fue operado de una herida en el cuello, iba acompañado de su novia, de origen sudamericano que no ha querido colaborar con los investigadores, y por otra mujer española de identidad desconocida.

L D (EFE) El hecho de que el herido tenga antecedentes policiales y de que su organización se dedicara, además de al blanqueo de capitales, a la comisión de delitos como falsificación de tarjetas de crédito y robo de vehículos de lujo, hace que en la investigación abierta por la Guardia Civil se maneje como móvil más probable el ajuste de cuentas, según indicaron a Efe fuentes del instituto armado.

Georget Morientes fue tiroteado a las tres de esta tarde por tres individuos que circulaban en un Mercedes negro, cuando paseaba con su novia por la calle del Junco, de Majadahonda, en una urbanización de chalés pareados denominada La Hacienda, en el barrio de Los Negrillos, donde la pareja residía desde hace cinco años, según fuentes de la Guardia Civil y del Ayuntamiento de Majadahonda.

Permanece ingresado

El herido, que ha permanecido consciente en todo momento, ha sido atendido por el equipo de sanitarios del Servicio de Urgencias Médicas de Madrid (SUMMA) que le ha trasladado en estado grave al hospital Puerta de Hierro, según un portavoz de Emergencias 112.

Aunque desde este centro no se quiso informar del estado del paciente, sí se indicó que ha sido intervenido quirúrgicamente de la herida del cuello y que permanece ingresado. En la primera inspección ocular realizada por los agentes de la Guardia Civil, que no ha detenido a nadie por el momento, se encontraron dos casquillos de bala, pero ningún proyectil.

El búlgaro iba acompañado de su novia, una joven de origen sudamericano que no ha querido colaborar con los investigadores, y, supuestamente, por otra mujer española de identidad desconocida.

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