LD (Europa Press) Un parado residente en Getafe de 42 años de edad, Lorenzo B.J., ha ofrecido su cuerpo a la muestra Érase una vez la vida, expuesta en el Palacio Baluarte de Pamplona. Según explica la página web de la empresa encargada de gestionar esta exposición, su intención es afrontar su hipoteca que asciende a 220.000 euros.
Este vecino, de nacionalidad dominicana, quería firmar un documento en el que ofrecía su, cuerpo una vez fallecido, para que formase parte de la exposición en la cual --a través de cadáveres humanos y órganos vitales conservados mediante "plastinación"-- se ofrece al publico la posibilidad de "verse por dentro" con fines didácticos y para ayudar a vivir más, mejorando la salud y la forma de vida.
Según explicó en una carta a los responsables de la exposición, se trata de un ciudadano con cuatro hijos que, tras seis años en España, tiene una casa con una hipoteca de 820 euros al mes y se ha quedado recientemente sin el puesto de trabajo que ocupaba en una constructora.
"He visto en el periódico que tiene una exposición en Pamplona donde se pueden ver cuerpos humanos muertos plastificados y yo quisiera venderles mi cuerpo para que cuando me muera puedan plastificarlo y ponerlo en su exposición", señala en la misiva, donde añade que sólo quiere que le paguen por su cuerpo para la hipoteca.
Así, asegura que si aceptan su propuesta, se dirigirá al juzgado y les firmará para que cuando se muera, su cuerpo "pueda ser plastificado para ponerlo en su exposición. "Yo estoy sano y se lo he dicho a mi mujer y me ha dicho que sí", apostilló.