Depende. Vaya preguntita.
La Península Ibérica no es un lugar de máximo riesgo sísmico. Probablemente nunca (en época histórica) lo ha sido. Terremotos de mediana o ligera intensidad los ha habido siempre en el Sur (Bolonia, siglos III y IV; provincia de Granada y Málaga, siglo XIX) o en el norte (Olot, Jaca, al parecer fundamentalmente entre los siglos XIII y XIX). El famoso y terrible terremoto, con epicentro frente al cabo San Vicente, que destruyó Lisboa y afectó incluso al interior de España en 1755 es, desde un punto de vista histórico puramente excepcional.
En cierta ocasión, hace años, mientras estudiaba Arquitectura, realicé un trabajo de investigación sobre la preparación de los edificios de Barcelona para un terremoto de intensidad media-alta. La conclusión que puse por escrito y presenté al profesor fue la siguiente: "Desde un estricto punto de vista de resistencia antisísmica, si los barceloneses supieran donde viven, dormirían en tiendas de campaña en el Tibidabo."
El comentario de mi profesor fue "...que majo, pero que bruto". Luego me calificó con la máxima nota, un 10.
Los terrremotos similares a los de Italia serian los que se pudieran dar en la zona de las Béticas, con una diferencia fundamental, el terremoto de Aquila ha sido a 8.8 Km mientras los terremotos de mas intensidad de la zona de las Béticas se producen a porofundidades superiores a los 100 km, Otra cosa seria un fuerte terreemoto en alguna trasformante del Atlántico que pudira producir algun maremoto importante.
Lo que probablemente ha matado a la mayoría de la víctimas de los Abruzos no ha sido el terremoto, ha sido la inadecuada construcción de muchos edificios antiguos y, sobre todo, la corrupción. Un terremoto de alrededor de seis grados en la E. R. es impensable que derribe docenas de construcciones modernas con estructuras de hormigón armado, salvo que se hubieran despreciado las más mínimas normas de seguridad.
Un edificio con estructura de paredes de carga de ladrillo, mampostería o adobe (por ejemplo la gran mayoría de los construidos en España antes de 1970) apenas podría resistir un grado 6, muchos se desplomarían por completo, como ha sucedido en Italia. Sin embargo un edificio correctamente construido mediante pórticos de hormigón armado puede aguantar sin derrumbarse terremotos de hasta un grado 8, según la norma sísmica imperante (en Santiago de Chile, 1985, edificios de construcción reciente aguantaron incluso un terremoto de mayor potencia). Por encima de esta intensidad sólo queda rezar.