L D (EFE) La paciente, a la que en todo momento se le practicaron los protocolos médicos adecuados, tenía un peso de entre 95 y 100 kilogramos, y murió el pasado domingo, diez días después de que fuera intervenida en el hospital alcoyano, donde permaneció durante todo ese tiempo ingresada. En un principio, el postoperatorio evolucionó con normalidad y sin incidencias por lo que, siguiendo el protocolo establecido, tras su paso por el quirófano la enferma fue trasladada a la UVI.
Allí se le practicaron los pertinentes controles médicos, los cuales no evidenciaron indicios de complicaciones, según la Consejería. Tras unos días en la UVI, la mujer fue trasladada a planta, donde comenzaron a registrarse "una serie de cambios negativos", al parecer debido a "una pequeña fuga", momento en el que se decidió realizar nuevas pruebas.
Como solución final, los médicos determinaron que debía ser intervenida quirúrgicamente de urgencia y en el transcurso de la operación entró en parada cardiorrespiratoria, y no se pudo evitar la muerte. Sanidad reiteró que este tipo de intervenciones tienen un riesgo en pacientes con obesidad mórbida y que la mujer fue sometida a numerosas pruebas.
Allí se le practicaron los pertinentes controles médicos, los cuales no evidenciaron indicios de complicaciones, según la Consejería. Tras unos días en la UVI, la mujer fue trasladada a planta, donde comenzaron a registrarse "una serie de cambios negativos", al parecer debido a "una pequeña fuga", momento en el que se decidió realizar nuevas pruebas.
Como solución final, los médicos determinaron que debía ser intervenida quirúrgicamente de urgencia y en el transcurso de la operación entró en parada cardiorrespiratoria, y no se pudo evitar la muerte. Sanidad reiteró que este tipo de intervenciones tienen un riesgo en pacientes con obesidad mórbida y que la mujer fue sometida a numerosas pruebas.
