L D (EFE) Víctor García de la Concha, reelegido este jueves director de la Real Academia Española para otros cuatro años, se siente "muy honrado" por la confianza que han depositado en él los académicos, pero sabe que este respaldo es sobre todo "un mandato de trabajo" para que saque adelante los proyectos que la RAE tiene en marcha.
En una entrevista con EFE, García de la Concha (Villaviciosa, Asturias, 1934) afirma que asumir este tercer mandato excepcional que le otorga la Academia supone "un sentimiento gratificante", pero "al mismo tiempo es una carga, una nueva etapa de trabajo que exige una dedicación como la que ahora tiene el director: a tiempo completo y de la mañana a la noche".
Sólo con esa dedicación podrán llegar a buen puerto los proyectos que la Academia tiene ahora entre manos, en especial "culminar la nueva Gramática", que la RAE prepara en estrecha colaboración con todas las Academias de Hispanoamérica y que "hará historia –asegura García de la Concha–, porque es la primera vez que se va a contar con una Gramática del español total".
Además de la Gramática, cuyo contenido final se aprobará en el Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua que se celebrará en marzo de 2007 en Medellín (Colombia), el director de la RAE tiene ante sí otro "gran reto": la puesta en marcha del Diccionario Histórico de la Lengua Española, una obra que en su primera etapa, de quince años de duración, reconstruirá el pasado de más de 100.000 palabras.
En el nuevo mandato de García de la Concha, las Academias tendrán que terminar el "Diccionario de americanismos" y deberán también revisar la Ortografía, cuestión esta última que "requerirá un estudio delicado".
En 1993, bajo la dirección de Fernando Lázaro Carreter, la Academia reformó sus estatutos para limitar a dos mandatos como máximo la labor del director. Sin embargo, en 2005 los académicos, "por práctica unanimidad", modificaron de nuevo los estatutos para que el director "pueda tener un tercer mandato", dado que esa figura, señala García de la Concha, es la que, desde la anterior reforma del 93, "coordina, impulsa, articula y gestiona toda la actividad académica".
"La Academia creyó conveniente que, en determinados momentos, el director pueda tener un tercer mandato, para que no se produzca una alteración indeseada en la marcha de los proyectos", afirma García de la Concha, en alusión a la última reforma estatutaria, que fue aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 23 de diciembre.