El asesinato de Austin Dean Pikaart —de 17 años— a manos de su propia madre ha conmocionado la ciudad de Holland, en Michigan (Estados Unidos). Los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado 21 de febrero, en el apartamento del complejo Bay Pointe en el que vivían, apenas unas horas antes de que el joven cumpliera la mayoría de edad. Aunque, según el relato de la mujer —Katie Austin Lee, de 39 años—, intentaron suicidarse juntos sin éxito el día anterior.
Lee asegura que su hijo "no quería cumplir 18 años" y que fue él mismo el que le pidió que acabara con su vida. Fue su regalo, lo hizo "por amor". Ella, declaró, quería morir con él. Llama la atención que, sin embargo, fuera la propia filicida la que llamase a la policía. Cuando los agentes llegaron al domicilio, encontraron a la mujer con la ropa ensangrentada y sosteniendo un cuchillo entre sus manos.
Estaba muy nerviosa y con actitud amenazante, por lo que fue necesario reducirla. Le llegó a pedir a los efectivos policiales que la mataran "para poder estar con su hijo". Se enfrenta a cargos por asesinato y resistencia a la autoridad. El cadáver del joven se encontraba en una de las habitaciones, sobre una cama, con una gran mancha de sangre alrededor de la cabeza. El forense ha determinado que murió como consecuencia del corte que presentaba en el cuello.
¿Era su deseo?
Su madre le dijo a los agentes que la detuvieron que "su hijo que le pidió que lo ayudara a dejar de respirar porque no quería cumplir 18 años". Primero intentaron, asegura ella, morir juntos por sobredosis de medicamentos. Eso fue alrededor de la una de la tarde del jueves 20 de febrero. Pero unas horas más tarde, cuando Austin ya había perdido el conocimiento, Lee le cortó el brazo y la garganta. Según la homicida, alrededor de las seis de la tarde.
Lo cierto es que la mujer llama al 911 pasadas las cuatro de la madrugada y lo hace para pedir ayuda porque "no consigue que su hijo deje de respirar", después de "intentarlo durante un tiempo". Durante su declaración ante el Tribunal de Distrito de Holland, por videoconferencia desde la cárcel, mantuvo la cabeza inclinada hacia abajo en todo momento. Alguno de sus familiares, presentes en la sala, gritaron "Te amamos, Katie".
Reacción de la familia paterna
Las redes se han inundado de mensajes acerca del suceso, muchos de ellos defendiendo a la madre homicida. La tía paterna de Austin, Alisa Pijkaart, publicaba este miércoles en Facebook el siguiente post:
"Sé que muchos de ustedes saben lo que le pasó a mi sobrino a estas alturas, ¡¡¡fue brutalmente asesinado por su propia madre!!!! Estoy leyendo un montón de comentarios en línea— y cualquiera que la defienda puede seguir adelante y eliminarse a ti mismo, no eres mi amigo. ¡POR FAVOR no defiendan a una asesina! Defiéndenos a mí y a mi familia, por favor. Y téngannos en sus corazones y oraciones".
La familia del joven ha puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos en la plataforma ‘GoFoundMe’ para sufragar los gastos del funeral. Según señalan en el texto que acompaña la iniciativa, a Austin le gustaba todo lo relacionado con el "espacio" y la "galaxia". Por ese motivo, planean "lanzar sus cenizas al espacio en un cohete real hacia su destino final".
¿Quién era Austin?
Austin Dean Pikaart nació el 22 de febrero de 2007 en Holland (Michigan). Según su obituario, él "amaba los gatos, la ciencia, los libros, pescar con su padre, las montañas rusas y los videojuegos" y "tenía un alma paciente, gentil y de buen corazón". Le definen como un tipo "único" con "un espíritu aventurero" y "muy poco miedo".
"Le encantaban las películas de Marvel y DC y podía nombrar a todos los personajes de las cartas de Pokémon en menos de 4 minutos", añade. Entre sus platos favoritos, se encontraban el pollo con ketchup, la pizza y los tacos suaves. "Era amado", continúa, "no solo era un hijo, sino un hermanastro mayor, un primo, un sobrino, un nieto y un amigo para muchos".
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