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Muere en brazos de su hermano gemelo tras ser apuñalado por pedir a su asesino que cambiara de asiento

Austin Metcalf, de 17 años y jugador del equipo de fútbol americano en su instituto, fue asesinado por otro estudiante en Frisco (Texas).

Austin Metcalf, de 17 años y jugador del equipo de fútbol americano en su instituto, fue asesinado por otro estudiante en Frisco (Texas).
Los hermanos Metcalf junto a uno de los entrenadores de fútbol de su instituto. | X/Austin Metcalf

Un nuevo crimen sacude Estados Unidos, pero no esperen grandes titulares ni protestas callejeras. Austin Metcalf, un estudiante y deportista de 17 años de Frisco Memorial High School (Texas), fue apuñalado mortalmente el pasado miércoles 2 de abril durante una competición de atletismo. El asesino confeso, Karmelo Anthony, también de 17 años y estudiante de otra escuela local, lo atacó tras una discusión trivial: Metcalf le pidió que se moviera de un asiento que no le correspondía, dado que estaba bajo un toldo con los colores de su escuela. Anthony respondió amenazante: "No me toques o ya verás", sacó un cuchillo de su mochila y se lo clavó en el corazón. Austin murió en brazos de su hermano gemelo, Hunter, mientras los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvarlo.

Metcalf, descrito por su padre Jeff como un líder nato, con un promedio académico y estrella del equipo de fútbol americano, tenía un futuro prometedor, con ofertas de varias universidades para que estudiara en ellas y jugara en su equipo. Sin embargo, su vida fue segada en un acto de violencia absurda que, según testigos, duró menos de 30 segundos. Anthony, arrestado en el lugar y acusado de asesinato en primer grado, confesó el crimen a la policía de Frisco, alegando que actuó en "defensa propia". Su fianza se ha fijado en un millón de dólares.

Lo que indigna no es solo la brutalidad del crimen, sino el silencio. El caso ha pasado casi desapercibido en los grandes medios, porque la víctima es blanca y el asesino negro. Si fuera al revés estaríamos hablando de disturbios, de una campaña nacional de indignación y de una cobertura 24/7 por parte de las televisiones y medios nacionales.

Jeff Metcalf no ha dudado en cuestionar la educación recibida por el asesino antes de declarar que ya lo ha perdonado: "¿Qué clase de padres tuvo este chico? ¿Qué le enseñaron para que lleve un cuchillo a un evento deportivo y mate a mi hijo?". El padre de Anthony, en cambio, afirmó que su hijo no fue quien inició la pelea y destacó que también es un buen estudiante que además tenía dos empleos.

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