
Las autoridades de Waterbury, una pequeña ciudad de Connecticut, han liberado a un hombre de 32 años que fue encerrado en una pequeña habitación —de menos de tres metros de largo por dos de ancho, y sin ventanas— del piso superior de la casa de su padre y su madrasta cuando él tenía 11 años. Según su testimonio, la pareja sólo le dejaba salir del zulo aproximadamente una hora al día y llevaba sin estar en el exterior desde 2004.
El caso se descubrió gracias a un incendio que él mismo provocó el pasado 17 de febrero en la vivienda —rociando gel desinfectante sobre el papel de una impresora y prendiéndole fuego con un mechero— en busca de su libertad. Cuando los bomberos llegaron al inmueble encontraron al varón, visiblemente demacrado y muy delgado, tirado en el suelo. Apenas alcanzaba las 70 libras de peso (30 kilogramos) y presentaba un cuadro de desnutrición severa.
Él contó a la policía que su padre biológico y la mujer de éste le habían tenido cautivo durante dos décadas en una pequeña estancia, algo más grande que un armario, sin ventanas y sin acceso al baño. Al parecer, le daban dos sándwiches y dos botellas de agua al día, para beber y lavarse. Una vez vacías, las utilizaba para hacer sus necesidades. Llevaba más de un año entero sin ducharse y no había recibido ningún tipo de atención médica desde fue encerrado.
La casa de los horrores
El cautiverio comenzó cuando él estaba en cuarto curso. Tenía 11 años. Al principio le limitaban la comida y obligaban a quedarse en la habitación unas cuantas horas. Pero, poco a poco, las restricciones fueron cada vez mayores. Finalmente, decidieron sacarle del colegio y educarle en casa, ante las insistentes llamadas por parte del director del centro ante las condiciones en las que iba a clase el menor, que pedía comida a sus compañeros y cogía lo que encontraba en la basura.

La policía llegó a realizar visitas de control en la vivienda en un par de ocasiones. El joven intentó escaparse varias veces, pero eso no hizo más que empeorar la situación. La privación de libertad fue en aumento y las medidas para evitar que huyera también. La puerta del cubículo en el que le obligaron a vivir la mayor parte del tiempo todos estos años estaba reforzada y tenía una cerradura exterior, como pudo comprobar la policía una vez que se destapó el caso.

Según las imágenes difundidas por las autoridades, el varón estaba recluido en una especie de almacén sucio, atestado de cosas y sin luz natural. Aunque lo cierto es que la vivienda en su totalidad, a la que muchos llaman "la casa de los horrores", estaba en muy mal estado. En lo que se refiere a la víctima, cuando fue localizada "tenía el aspecto de un sobreviviente del Holocausto", señaló el detective Steve Brownell del Departamento de Policía de Waterbury.
La madrastra
La mujer de su padre —que falleció en 2024— fue arrestada el pasado 12 de marzo, aunque ella rechazó los cargos que se presentaron contra ella: agresión, secuestro, retención ilegal, crueldad hacia las personas e imprudencia temeraria. Kimberly Sullivan —de 56 años y madre de dos hijas— "niega rotundamente que hubiera encarcelamiento". Así lo ha explicado su abogado, asegurando que las dos medio hermanas del varón tuvieron una vida "normal".
El letrado no ha querido, sin embargo, dar ninguna información acerca de la versión de la mujer sobre el secuestro denunciado por su hijastro de 32 años o las condiciones —de desnutrición, insalubridad y maltrato— en las que éste se encontraba en el momento en el que los bomberos le localizaron dentro de la vivienda que él mismo había incendiado minutos antes y de la que le tuvieron que sacar en brazos.
Según informa el diario The New York Times, un informe policial recoge que la madrastra abrió la puerta de su rehén cuando detectó el fuego la puerta y él huyó escaleras abajo, donde se acabó desplomando. El documento destaca que otras dos personas llegaron a la casa en ese momento y qué él oyó a su madrastra "gritarles que cogieran un destornillador para quitar los cerrojos de la puerta" antes de que llegaran los bomberos.
BODYCAM FOOTAGE: #Waterbury police have released the 911 call and body camera footage from the rescue of a 32-year-old man who told police he was held captive by his step-mother for 20 years. https://t.co/1RkqcB2MUy#News12CT #Crime pic.twitter.com/MIrzZghP4c
— News12CT (@News12CT) March 17, 2025
La víctima le contó a los agentes quela mujer incluso le pidió que se levantara y se lavara la cara, para que nadie le viera como estaba. Pero no lo hizo. Cuando ella llamó a Emergencias, dijo a la operadora que el varón estaba en el domicilio "como desmayado, como fuera de sí". Aunque lo que se encontraron los sanitarios al llegar al domicilio era un hombre decrépito que balbuceaba como podía que quería "ser libre".
Sánchez ya ha dejado claro que un medio crítico como este es un obstáculo. Nos halaga pero necesitamos tu ayuda para demostrarle que lo que dice es cierto. Hazte socio del Club LD.