La Policía Local de Écija (Sevilla) ha detectado en la última semana hasta tres casos de fraude en las pruebas teóricas para la obtención del permiso de conducir. Los agentes descubrieron que los alumnos utilizaban dispositivos inalámbricos ocultos con el objetivo de poder copiar durante el examen. Sin embargo, lo más llamativo es que, en uno de los casos, la situación requirió la asistencia médica urgente de uno de los jóvenes.
El aspirante se había decantado por el uso de lo que comúnmente se conoce como "pinganillo" y el aparato estaba tan profundamente introducido en el oído que los agentes tuvieron que trasladarle al Hospital de Écija para que el personal sanitario pudiera extraérselo de inmediato.
Según la Policía, este tipo de irregularidades han ido en aumento en los últimos años, lo que ha obligado a reforzar la vigilancia durante las jornadas de examen. "No es la primera vez que pillamos a este tipo de personas ni será la última", advierten los agentes, quienes lanzan un mensaje muy claro a quienes se planteen recurrir a estos métodos: "No te la juegues, tienes mucho más que perder que ganar".
Un delito "muy grave"
Tal y como confirman desde el cuerpo, todos los implicados en el fraude detectado en Écija fueron expulsados inmediatamente del examen. Además, se les requisó el material utilizado, incluyendo los dispositivos electrónicos y la ropa adaptada para ocultarlos. Todo ello ha sido remitido ya a la Dirección General de Tráfico (DGT) para su posterior análisis y registro.
Los infractores han sido sancionados conforme a la Ley de Seguridad Vial y se les ha extendido el correspondiente boletín de denuncia. Este tipo de fraude no solo supone la anulación del examen, sino también una posible inhabilitación para presentarse de nuevo a corto plazo, además de otras consecuencias legales.
Ya en 2021, la DGT impulsó un cambio normativo para atajar este problema que, desgraciadamente, cada vez es más frecuente en este tipo de exámenes. Así, con la nueva Ley 18/2021 de 21 de diciembre, copiar e incluso intentar copiar sin éxito durante la prueba de obtención del permiso de conducir se considera un delito muy grave.
Con todo, los aspirantes que tengan la tentación de caer en la picaresca se enfrentan a una multa de 500 euros, pero también a la prohibición de volver a presentarse al examen en los próximos seis meses. Ese es precisamente el castigo al que se exponen los tres alumnos pillados en Écija, amén de las consecuencias para la salud que haya podido tener para el aspirante que tuvo que ser atendido en el hospital por introducirse el pinganillo en el oído profundamente.