Una intervención policial en el distrito malagueño de Bailén-Miraflores acabó en la madrugada del fin de semana del sábado 31 de mayo y domingo 1 de junio, con la detención de un varón de 37 años, acusado de amenazar gravemente a su madre con un hacha y resistirse violentamente a los agentes que acudieron al lugar. El individuo se había atrincherado en el domicilio familiar junto a su sobrina de apenas dos años, después de protagonizar un episodio de extrema agresividad en presencia de varios menores.
Según ha informado la Policía Local de Málaga, todo comenzó en torno a las 3:45 horas, cuando varias patrullas fueron alertadas por una llamada a la sala 092 que informaba de una violenta riña familiar. A su llegada, los agentes encontraron a una mujer de 55 años en estado de gran agitación, acompañada por su hija y dos nietos de cuatro y nueve años, que aguardaban en la puerta del edificio visiblemente nerviosos.
Amenazas con un hacha
La situación que describieron las víctimas era alarmante: el hombre, en un estado de exaltación, habría irrumpido en el domicilio, insultado y zarandeado a su madre, para después empuñar un hacha que se encontraba sobre una mesa y dirigirse hacia ella profiriendo amenazas de muerte. Todo ello delante de su hermana y los tres hijos pequeños de esta, de entre dos y nueve años.
Temiendo por su integridad, las mujeres consiguieron huir del lugar con los dos niños mayores, mientras el agresor se quedaba en el interior de la vivienda con la más pequeña. Ante la posibilidad de que estuviese armado y en actitud violenta, se movilizó al Grupo Operativo de Apoyo (GOA) para una entrada segura al inmueble.
Intervención urgente
No obstante, los llantos de la niña precipitaron la intervención. Los agentes que ya se encontraban en el lugar decidieron entrar antes de la llegada del GOA, utilizando las llaves facilitadas por la familia. Una vez dentro, localizaron a la menor en el salón y al agresor escondido bajo una cama, blandiendo una ballesta en una mano y un palo de golf en la otra. Fue reducido y arrestado tras oponer una intensa resistencia.
Ya en dependencias policiales, el detenido mantuvo su actitud agresiva, llegando incluso a autolesionarse y a lanzar amenazas contra uno de los agentes. Finalmente, ha sido puesto a disposición judicial y se enfrenta a cargos por malos tratos en el ámbito familiar, amenazas graves y atentado contra la autoridad.