
La joven influencer y modelo rusa Kristina Belaya, de tan solo 24 años, ha fallecido de forma repentina tras sufrir un accidente doméstico en su vivienda de Kartaly, en la región de Cheliábinsk. El suceso ocurrió el pasado 30 de mayo. Fue su pareja quien encontró su cuerpo sin conocimiento en la ducha y alertó a los servicios de emergencia. Cuando los sanitarios llegaron al domicilio, solo pudieron certificar su muerte.
La investigación abierta ha arrojado luz sobre las causas del suceso. La joven presentaba una lesión en la cabeza y varios hematomas, pero no se hallaron signos de forcejeo ni indicios de violencia, lo que llevó a los investigadores a descartar, por el momento, cualquier hipótesis criminal. "La hipótesis principal es que la señorita Belaya sufrió una lesión fatal tras golpearse en la cabeza después de caerse cuando salía de bañarse. Su pareja la encontró inconsciente y dijo que la bañera se había derrumbado parcialmente, producto de la caída fatal de la joven", han explicado los responsables del caso.
El parte forense descarta sospechas
Desde el Departamento de Investigación de la ciudad de Kartaly han certificado que la causa del fallecimiento fue una hemorragia cerebral provocada por el impacto sufrido al caer. Aunque la investigación continúa abierta, todo apunta a un desafortunado accidente doméstico.
Kristina Belaya había logrado un notable reconocimiento mediático tras su participación, a principios de año, en el conocido reality de citas Dom-2. A raíz de su aparición televisiva, había impulsado su carrera como modelo y creadora de contenido, acumulando miles de seguidores en redes sociales, donde compartía imágenes de sus viajes y estilo de vida. Su último vídeo en Instagram fue publicado apenas dos días antes de la tragedia, el pasado 28 de mayo.