
El suceso se produjo en la noche del domingo después de que se recibiera un aviso de que una mujer estaba siendo agredida en su domicilio por su hijo. Al llegar al lugar, los agentes encontraron la vivienda aparentemente vacía, aunque poco después apareció el joven, quien en un primer momento colaboró mostrando que no había nadie en el interior.
Instantes más tarde llegó la víctima, que relató lo ocurrido. Según su testimonio, su hijo irrumpió en la vivienda y, tras una discusión, la retuvo por la fuerza hasta estrangularla con los brazos, dejándola semiinconsciente e impidiéndole salir del domicilio.
Amenazas con un machete
Tras abandonar la casa, el joven regresó poco después armado con un machete con el que amenazó de nuevo a su madre. La mujer consiguió calmarlo y, con la excusa de salir a fumar, escapó hasta la vivienda de un vecino. Desde allí solicitó ayuda y se dio aviso inmediato a la Policía.
El dispositivo conjunto permitió detener al agresor e incautar varias armas blancas. Entre ellas, un machete que había sido escondido debajo de un coche para evitar su confiscación, así como cuchillos y otros objetos con los que podía causar lesiones graves.
La concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Gladis de León, subrayó la relevancia de la cooperación entre cuerpos policiales en este tipo de actuaciones. Según señaló, "la colaboración entre Policía Local y Policía Nacional fue clave para evitar un desenlace mucho más grave".
Asimismo, insistió en que el consistorio mantendrá su compromiso de reforzar la coordinación y la rapidez de respuesta ante episodios de violencia familiar, con el objetivo de garantizar la seguridad de los vecinos.

