Los políticos, decididos a investigarse

Pérez RubalcabaLas dos últimas comisiones de investigación que se recuerdan fueron la del chiringuito de Gescartera y la de lo que el PSOE bautizó como "la trama" de Madrid. De la primera no se obtuvo sino más confusión. El PSOE apuntó directamente contra Rodrigo Rato, hoy director gerente del FMI, sin lograr demostrar una sola imputación. En cuanto al también llamado caso Simancas, los socialistas recibieron las críticas hasta de sus aliados de IU por su actuación en una comisión-burbuja que se pinchó. Los tribunales no encontraron ni un delito. Los políticos tampoco. Sin embargo, los ciudadanos debieron apreciar algo porque volvieron a acudir a las urnas y le dieron a Esperanza Aguirre una holgada mayoría absoluta. Fue la mejor campaña electoral para el PP.

Ahora, los agujeros negros del 11 de marzo han nacido en los medios de comunicación. El PP no quería acudir a una comisión de investigación mientras existiera el secreto sumarial en la Audiencia Nacional. Sin embargo, el ministro del Interior, José Antonio Alonso, precipitó la decisión al acusar al anterior Gobierno de "falta de previsión política" en la masacre de Madrid. Violado el secreto del sumario tras una filtración al diario El País y vistas las graves contradicciones que se ofrecen contra el ex ministro Acebes, el PP ha querido dar el paso. Ahora todos, Gobierno y oposición, quieren abarcar cuanto más mejor: no sólo hay que investigar la labor del Ejecutivo Aznar sino la del PSOE, la de los medios de comunicación y el antes y el después. Detrás de tan ambiciosas peticiones, y con los periodistas anunciando exclusivas por entregas, la clave está en quién se sentará en la mesa de los comparecientes.