Cinco años de Libertad Digital

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Por Javier Rubio Navarro

Quien nos conozca sabe, incluso alguno puede pensar que es uno de nuestros defectos, que somos poco dados al autobombo y a las conmemoraciones, pero no podemos ocultar que estos cinco años cumplidos en la red nos llenan de orgullo mientras que estamos muy esperanzados de cara al futuro porque nuestro público sigue aumentando. En el último año, tan abundante en acontecimientos de signo negativo, LD ha alcanzado, por así decirlo, la mayoría de edad y se ha convertido, por causas en parte ajenas a nuestra voluntad, en un medio imprescindible para mucha gente. La respuesta obtenida a la ampliación de capital nos ha dado seguridad de cara al futuro. A pesar de que todavía parece utópico en internet esperar un resultado comercial proporcional a la audiencia, no es previsible que circunstancias externas vayan a impedir que nos coloquemos a la altura que los nuevos accionistas y nuestros lectores habituales esperan. Eso es lo que ha significado para nosotros el éxito de la ampliación en el umbral de nuestro quinto aniversario.

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El lanzamiento de un medio de comunicación es siempre la puesta en marcha de una máquina compleja, cuyo funcionamiento preciso se desconoce de antemano y cuyos defectos y errores es preciso corregir a medida que se ponen de manifiesto. Si el medio es internet y estamos a comienzos del año 2000, la maquinaria era más bien un prototipo virginal y la ingeniería más fruto de la voluntad que resultado de precisos cálculos previos. Salimos el 8 de marzo porque Federico se empeñó -contra la opinión de quienes aduciendo datos irrefutables lo desaconsejábamos- en que apareciéramos unos días antes de las elecciones que iban a dar a Aznar la mayoría absoluta, para acentuar simbólicamente la independencia del poder político de nuestro medio. Pero no nos vamos a demorar mucho en la evocación de los buenos malos momentos pasados: a estas alturas ya casi hemos olvidado los esfuerzos y la incertidumbre que, al margen de las tareas puramente redaccionales, la precaria infraestructura tecnológica nos acarreó durante los primeros meses. Señal de que nos fortalecieron.

Para quienes han descubierto LD tras la desdichada llegada de ZP al poder, recordaremos que nuestro empeño cristalizó en medio de las amenazas de diverso tipo que se cernían sobre la libertad de expresión en España con José María Aznar de presidente. La errática y peorparada política de medios de comunicación del PP en el gobierno presentaba ya entonces algunos de sus rasgos más negativos. La olla podrida de las desmedidas ambiciones favorecidas por el poder hervía al fuego de soplete de la burbuja tecnológica. Con la mayoría absoluta, las cosas fueron, en muchos aspectos, a peor.

En ese contexto, nuestra gran ventaja era, y sigue siendo, el tener claro lo fundamental: ideas, experiencia y voluntad de poner en marcha un medio de comunicación a contracorriente. La tecnología de internet estaba suficientemente madura como para utilizarla como medio de difusión eficaz, de bajo coste y cargado de futuro, incluso por lo que todavía dejaba que desear en muchos aspectos. Federico definió desde el principio LD como un periódico de opinión y eso hemos pretendido ser. Desde el punto de vista editorial, somos un medio de línea clara, como nuestro principios. Nuestra posición frente al poder, la desconfianza sistemática, evitar convertirse en su caja de resonancia.

Unos años antes, el mismo grupo de impulsores había comenzado a poner en marcha La Ilustración Liberal, la revista trimestral cuyo primer número apareció finalmente a comienzos de 1999 y que se ha mantenido, gracias a la comprensión de los suscriptores, durante todos estos años. Con ella aspirábamos a aglutinar a un grupo de autores dispuestos a elaborar un discurso crítico liberal, alternativo al progresista dominante, que en los años de la transición se había convertido en hegemónico, en auténtico pensamiento único, al menos en los medios de comunicación. A finales de ese mismo año, con Federico al frente de La Linterna, se dieron las circunstancias para acometer un proyecto de mayor ambición, lo más parecido a un diario impreso que la tecnología digital ponía al alcance de quien dispusiera de unos recursos semejantes a los que se precisan para asegurar la aparición de un modesto semanario o un mensual de calidad.

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Si Federico Jiménez Losantos ha sido la locomotora que ha impulsado nuestro proyecto, Alberto Recarte desde la presidencia ha marcado y vigilado el rumbo empresarial. También es de destacar la contribución de los accionistas iniciales. No sólo el grupo de profesionales que asumimos la gestión y la puesta en marcha del diario, sino las facilidades y la generosidad mostrada por el otro grupo, Intereconomía, y muy en especial por Julio Ariza, que en todo momento prestó su apoyo incondicional sin apenas esperar contraprestaciones.

Entre las dimensiones más satisfactorias del hacer cotidiano del diario está la convivencia en la redacción, con quienes con entrega y entusiasmo aseguran que nuestra portada refleje en todo momento los últimos acontecimientos. Ellos han hecho de estos primeros cinco años de LD una recompensa cotidiana y han sido otro factor imprescindible para que esta aventura llegara buen puerto. Sin olvidar a los colaboradores, los autores que dan la cara a título individual y son la otra gran dimensión exterior del diario. Siempre estaremos en deuda con ellos por su valentía, constancia y generosidad.

Quedaría incompleto el capítulo de los reconocimientos si no mencionáramos la deuda de gratitud que hemos contraído durante estos años con los patrocinadores y anunciantes. Todavía se precisa una cierta valentía para anunciarse en internet y más aún en nuestro diario. Desde aquí les damos las gracias por haber confiado en nosotros durante estos años.

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Nos adentramos en el sexto año de nuestro diario con el propósito de mejorar la calidad de los contenidos, buscando nuevos lectores y tratando de presentar a los que ya nos frecuentan nuevas ofertas de lectura. Queremos, en primer lugar, mejorar la calidad de la información de actualidad y para ello se han incorporado a la redacción varios periodistas con diversos grados de experiencia y responsabilidad. Estamos haciendo un esfuerzo especial en el fin de semana, unos días en los que el tráfico disminuye más del cincuenta por ciento. Hay una sección, la de deportes, cuyo esfuerzo se concentra en esos días, cuyo equipo redaccional ha sido reforzado para mejorar la información de todos los eventos que tienen lugar el fin de semana.

También hemos incrementado y diversificado nuestra oferta de lectura mediante la puesta en marcha de varios suplementos de periodicidad semanal que se renuevan de lunes a viernes: Exteriores, Ideas, Iglesia, Libros -que constan de entre 6 y ocho artículos y tratan de lo que su nombre indica- y el de Fin de semana, más amplio, en el que junto a secciones ya habituales se han incorporado las que firman Francisco Pérez Abellán, Crónica Negra, y el apartado dedicado al ocio y al turismo firmado por Pedro Madera, colaboradores ambos de La Mañana.

También podemos considerar un suplemento el breve newsletter en inglés que aparece de lunes a viernes: The Spain Herald, empeño decidido de Federico y con el que empezamos a estar satisfechos como para iniciar la campaña de su difusión. Consta de un breve resumen de las noticias españolas o relacionadas con España más destacadas o de mayor trascendencia fuera de nuestras fronteras, así como tres artículos de opinión seleccionados con el mismo espíritu. Lo traducen al inglés dos norteamericanos con residencia española que están haciendo un trabajo merecedor de ser destacado. Con The Spain Herald tratamos de trasladar algo de lo que hacemos en español. Su futuro dependerá de la recepción que para él logremos.

En otro tipo de contenidos, los llamados servicios, hemos incorporado hace algunos meses el inmobiliario y la oferta de automóviles usados; hemos adaptado los servicios de callejero (con búsqueda en páginas amarillas y blancas, rutas alojamientos y restaurantes en la mayor parte de España) que ofrece Páginas Amarillas. Acaba de aparecer la cartelera, que permite localizar los cines de la mayor parte de España y las películas que proyectan. Otra novedad muy útil para los lectores que hemos añadido recientemente es el llamado Almanaque, que permite incorporar y localizar convocatorias de los diversos actos programados en España. Entre otras tareas pendientes en ese terreno, tenemos la de mejorar la información meteorológica.

Ya está bastante avanzada y esperamos tenerla pronto lista la nueva maqueta, la nueva presentación, el rediseño del diario. Algunas de sus características se pueden ver en los suplementos y en el Spain Herald. Como norma general, hemos procurado conservar la facilidad de manejo y tratamos de mejorar el acceso a la información y la estética del conjunto.

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El primer gran incremento del tráfico de LD tuvo lugar a finales de 2002, por las mismas fechas en que El País y otros grandes periódicos impresos decidieron cambiar su estrategia en la red y hacer de pago la versión de papel que hasta entonces ofrecían en abierto. No fue tanto, sobre todo en el periódico de Polanco, un plan diseñado para mejorar su presencia y su oferta en internet, cuanto que esta rama de su actividad quedó supeditada a la que determinara la marcha del periódico impreso, caracterizado por el estancamiento de las cifras de venta de ejemplares, amenazadas tanto por los diarios impresos gratuitos como por quienes accedían a sus contenidos a través de internet. Unos transformaron ese servicio y lo hicieron simplemente de pago, otros, además de hacer eso, optaron por presentar en abierto en la red un producto distinto. Sin saber con exactitud de qué modo todo aquello repercutió en el comportamiento de nuestros lectores, lo cierto es que por aquellas fechas nuestra audiencia dio un gran salto.

Desde entonces, el aumento del tráfico, con diversos altibajos, ha sido constante, a un ritmo superior al determinado por el incremento de la penetración de la tecnología en el conjunto de la población. Su comprobación resulta más facil desde que en noviembre de 2003, comenzamos a ser auditados por la Oficina de Justificación de la Difusión, la OJD. Los datos de febrero, con más de 16 millones de páginas vistas en más de 4 millones de visitas por más de 700.000 usuarios únicos, son los mejores de nuestra historia y nos sitúan como uno de los periódicos más leídos de España. Ese dato lo confirma la página Alexa, dedicada a clasificar todas las páginas de la web por su tráfico mediante los datos que obtiene de los navegantes que tienen instalada su barra de herramientas en el ordenador. Cuando se escriben estas líneas, LD ocupa el puesto 1133 entre todas las páginas del mundo y el 17º entre las escritas en español. Según Alexa, LD sería uno de los 5 periódicos en español (tras El Mundo, Marca, El Universal y Clarín) más consultados.

Al comenzar el sexto año de nuestra andadura, en Libertad Digital estamos listos para asumir la tarea que nos demandan quienes han confiado en nosotros acudiendo a la ampliación de capital y esperan quienes nos siguen con fidelidad. Nos comprometemos a haciendo lo mismo que en los cinco anteriores, o sea, tratar de mejorar el diario en todas sus dimensiones, así como intentar llevar el espíritu de LD a otros ámbitos de la comunicación. Gracias.

Javier Rubio es Director de Libertad Digital