Las declaraciones prosiguieron con Basel Ghalyoun, que negó haber estado en Leganés pese a haber hallado su ADN en un objeto dentro de la casa. Dijo que no participó en la colocación de las mochilas-bombas en los trenes de cercanías de Madrid y que el único testigo que le identificó en el convoy que explosionó a la altura de la Calle Téllez de Madrid, lo hizo un año después de los atentados en una rueda de reconocimiento celebrada en la Audiencia Nacional. Esta persona, explicó, se limitó señalar una foto suya, muy antigua. El acusado indicó, además, que la imagen en que fue reconocido parecía haber sido manipulada, estaba desenfocada y tenía aspecto de haber sido retocada por ordenador. Durante la instrucción de la causa, el juez Juan Del Olmo decidió no procesar a este acusado por la autoría material al considerar que las identificaciones realizadas eran dudosas. La Fiscalía sí le considera autor material y pide para él 38.654 años de cárcel.

El día acabó con la declaración de Abdelmajid Bouchar, que en un relato lleno de contradicciones negó estar en el piso de Leganés pese a que se encontraron rastros de su ADN. La Fiscalía considera acreditado que huyó de la casa de la calle Carmen Martín Gaite al detectar presencia policial cuando bajó de la vivienda a tirar la basura. "No tengo relación ni conozco nada de los acontecimientos del 11 de marzo", dijo. En respuesta a su defensa dijo que en el momento de los atentados estaba en su "casa" de Fuenlabrada. A la fiscal le había contado antes que se encontraba en un restaurante. La Fiscalía también pide para él 38.654 años de cárcel.

Este día, dos miembros de la Asociación de Manjón increparon a la madre de otra víctima. No era la primera vez ni la última.

Una carta desde el más acá , por Luis del Pino