Todos los partidos políticos reaccionaron después de que Gas Natural anunciara una Oferta Pública de Acciones de carácter hostil sobre el cien por cien de la compañía eléctrica Endesa. El PP fue el partido que vertió las críticas más duras a la operación financiera, que el portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, calificó de "sospechosa" porque, dijo, el Gobierno está demostrando permanentemente que es "prisionero" de sus socios del tripartito y este asunto insistió es una muestra más de ello.

El líder del PP, Mariano Rajoy, afirmó que la OPA supondría, de prosperar, "que el sector público autonómico controle las empresas españolas", y que "atenta contra la competencia, el interés de los usuarios y la propia libertad". Sin embargo, el presidente del PP en Cataluña, Josep Piqué, instó a "no mezclar debates", arremetió contra Loyola de Palacio por denunciar el fondo político de la OPA y, eso sí, dijo que ésta es una operación económica y empresarial que genera "preocupación" por la "excesiva concentración empresarial".

Las críticas populares fueron inmediatamente contestadas por el portavoz del grupo socialista del Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, que rechazó la interpretación del PP de que la OPA de Gas Natural sobre Endesa es consecuencia de la presión del tripartito catalán al Gobierno, y añadió que se trata de una mera decisión empresarial. Desde el Gobierno catalán el consejero de Comercio, Turismo y Consumo, Josep Huguet, se quejó de algunas reacciones contrarias a la OPA y, tras pedir que "se deje trabajar al mercado", dijo que parece que "desde Madrid no nos consideran de los suyos".

El secretario general de ERC, Joan Puigcercós, situó la OPA de Gas Natural sobre Endesa en el marco de "una decisión entre empresas que ha de estar regulada por la Comisión de la Energía", y dijo esperar que se "actúe con la ley en la mano y de manera ponderada" y "sin partidismo", al contrario de lo que, en su opinión, hizo el PP cuando en 2003 frustró la OPA que Gas Natural lanzó sobre Iberdrola.

También desde Cataluña el presidente de CiU, Artur Mas, pidió al Ejecutivo que demuestre que es "mejor" para Cataluña que el anterior Gobierno de José María Aznar y que "no interfiera" en la operación de Gas Natural sobre Endesa. Desde la Comunidades Autónomas de Madrid también se reaccionó, denunciando que de llevarse a cabo la operación va a "perjudicar la financiación del presupuesto" de la Comunidad de Madrid y "puede" perjudicar también a los consumidores madrileños y de toda España. El Gobierno de Aragón mostró oficialmente su opinión "absolutamente contraria" a la OPA ya que, considera, que la operación "no beneficiará nada" a la Comunidad. Desde el Gobierno balear, su consejero de Comercio, Industria y Energía, Josep Juan Cardona, expresó la preocupación del Govern por el hecho de que la OPA afecte al proceso de liberalización del sector eléctrico iniciado en el archipiélago.
El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, señaló que el Gobierno "podría estar a favor" de la OPA de Gas Natural sobre Endesa siempre que el sistema resultante de la operación sea "más eficiente y respete la competencia" en el sector y añadió que "si no es así, no lo estará".