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La menor que sufrió los abusos del marido de Mónica Oltra: "Ahora quieren quitarme a mis hijos"

Teresa, la víctima de abusos por parte del marido de Mónica Oltra, relata en esRadio la persecución a la que se ve sometida tras haber denunciado.

Teresa, la víctima de abusos por parte del marido de Mónica Oltra, relata en esRadio la persecución a la que se ve sometida tras haber denunciado.
Ximo Puig y Mónica Oltra | Europa Press

Son las cinco de la tarde y Teresa está sentada junto a sus pertenencias en un portal de Valencia con su bebé y a punto de dar a luz en dos meses a su segundo hijo. Acaban de echarles de su piso y unos conocidos les han facilitado una casa en la que pasar estos días hasta que encuentren algo.

Sus hijos son lo que más le preocupa tras las reiteradas amenazas de los servicios sociales. Le dicen que "están mejor con la Consejería"; la misma que debía velar por ella cuando era menor y que no sólo permitió, sino que ocultó los abusos sexuales a los que era sometida por parte de uno de sus educadores.

La Generalidad se escuda en sede judicial en que "fallaron los protocolos". Sin embargo, en las mismas fechas en las que Teresa decidió interponer su denuncia, se dio un caso similar en una residencia de menores de Segorbe. Una alumna acusó falsamente (así lo determinó el juez en la sentencia) a uno de los educadores y el centro se cerró de forma fulminante al tiempo que Mónica Oltra, en las Cortes valencianas, señaló con el nombre completo al educador y acusó al centro, gestionado por monjas, de encubrir los abusos. Hace unos meses la justicia ha declarado que ese cierre era ilegal.

Sin embargo, Luis Ramírez Icardi no era un educador cualquiera. Era el marido de Mónica Oltra. Ese es el motivo principal por el que Teresa cree que su denuncia "desapareció durante varios meses para que su caso no viera la luz".

Icardi se había ganado su confianza durante meses. "Siempre había sido muy buena persona con todo el mundo, era muy sociable y siempre daba confianza para contarle cosas. Como si fuera un padre o un hermano. No me esperaba que me hiciera lo que me hizo".

Víctima y esposada

"Llegué al juzgado súper nerviosa porque no me sé expresar, pienso que no se me va a entender bien. No sabía cómo denunciarlo, nadie me dijo que podía pedir abogado y encima me llevaron esposada, siendo yo la víctima". Así recuerda la primera vez que tuvo que acudir a declarar mientras su abusador permanecía en el mismo centro de menores a pesar de la denuncia. Meses después, se le hizo el favor de despedirle de forma improcedente con una indemnización de más de 30.000 euros. Una cifra que no tiene nada que ver con la ridícula cantidad en la que se fijó la indemnización a su víctima.

"Le condenan a 5 años y a 10 de inhabilitación pero a mí sólo me paga 6.000 euros. Ahora dice que por mi culpa, por haberme tenido que pagar ese dinero, no puede dar de comer a sus hijos y sinceramente, con todo el dinero que tiene Mónica Oltra, no creo que les falte nada", cuenta.

La persecución continúa

Esta condena podría haber puesto fin al calvario de Teresa y más cuando después de todo esto, tras dar a luz, tanto ella como su novio consiguen un trabajo en el Hospital de Torrevieja, entonces de titularidad privada. "Ahí es cuando mejor hemos estado como familia porque podíamos pagar un alquiler y los gastos". Sin embargo, a los pocos meses, el centro pasa a manos de la Generalidad y ya bajo la gestión pública, se producen dos despidos: el de Teresa y el de su novio.

"Nadie nos avisa del despido y cuando nos presentamos allí para pedir nuestro contrato nos dicen que en la documentación no consta que hubiéramos estado trabajando en ese hospital".

Era la segunda vez que se ocultaban documentos relacionados con ella. De nuevo, la Generalidad valenciana rehúsa dar explicaciones igual que hizo cuando desapareció su primera denuncia. De hecho, tras meses aludiendo responsabilidades, el año pasado Mónica Oltra llegó a asegurar que el informe ordenado para esclarecer el caso de Teresa lo encargó ella misma y que se había interesado personalmente por el estado de la menor.

Sin embargo, Teresa niega que esto haya sucedido: "También dijo que se me había dado una vivienda social y en realidad era una plaza en un centro de la mujer para dar a luz a mi bebé. Encima me puse a parir y cuando rompí aguas me llamaron un taxi y me tuve que ir al hospital sin que nadie me acompañara. He tenido que aprender sola".

"Antes que dinero, pido un trabajo"

Con los abusos acreditados, ahora se investiga en sede judicial quién y por qué ocultó su denuncia y por qué no se la ayudó. Sin embargo, Teresa ya no espera nada de nadie. "A veces me arrepiento. Si no lo hubiera denunciado no estaría hecha mierda como estoy. Podría vivir de patada pero no quiero. Vivimos gracias a la ayuda de la buena gente pero tampoco quiero abusar porque al final la gente tiene sus problemas y también se cansa. Yo, lo único que pido antes que dinero, es un trabajo".

Mientras espera a dar a luz y el tiempo que dure su baja, confía en encontrar una oportunidad laboral. Mientras tanto, ella y su pareja, han organizado una iniciativa de crowfunding para que quien quiera, pueda hacer un donativo que les ayude con los gastos del día a día.

BIZUM: 670742251

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