
En los últimos años, las diferentes formas de violencia han encontrado nuevas vías para ejercerse, siendo internet una de las más peligrosas. Los menores de edad comienzan cada vez más temprano a relacionarse a través de la red, siendo el primer acceso en torno a los 7 años, y entre los 10 y los 15 años, el 95,1% de los niños y niñas usan internet a diario. En este contexto, como en cualquier tipo de violencia en el entorno digital, el género y la edad son factores de riesgo.
El último informe publicado por Save the Children, "Por una justicia a la altura de la infancia. Análisis de sentencias sobre abusos sexuales a niños y niñas en España", revela que el 95,1% de los abusadores sexuales de niños y niñas a través de Internet no tiene antecedentes penales y casi la mitad son personas completamente desconocidas para los menores. Desde la organización han analizado 400 sentencias judiciales de casos de violencia sexual contra la infancia, de las cuales 33 corresponden a 61 casos de ‘grooming’ para la elaboración del estudio.
Según los últimos datos del Ministerio del Interior, en 2022 se presentaron en España 954 denuncias por delitos sexuales a través de Internet en las que la víctima era un niño, niña o adolescente. Esto supone el 84% del total de denuncias de este tipo de delitos, lo que hace que los menores sean un colectivo "especialmente vulnerable" en los casos de ‘grooming’, cuando un adulto se hace pasar por un menor o intenta establecer una relación de confianza con menores a través de Internet para abusar de ellos.
"El abusador se va ganando poco a poco su confianza para involucrarlos en una actividad sexual, que puede ser desde hablar de sexo y obtener fotos o vídeos hasta mantener un encuentro sexual", señala el director de Save the Children en la Comunidad Valenciana, Rodrigo Hernández.
En este tipo de abusos las niñas representan un 57,4% del total de víctimas, mientras que los niños son víctimas en el 42,6% de los casos en toda España. Estas cifras contrastan con las del abuso sexual físico, donde el 8 de cada 10 víctimas son niñas. Además, también aumenta la edad a la que empiezan a producirse los abusos, pasando de 11 años en el abuso físico a los 13 años en el online grooming.
Durante el 2022, en la Comunidad Valenciana se presentaron 118 denuncias por delitos sexuales a través de la red que tenían como víctima a un niño, niña o adolescente. Cintia Espada, técnica de Acción Social de Save the Children en Valencia, cuenta cómo se descubrió un caso de ‘grooming’ que tuvo como víctimas a dos niños de 14 y 15 años que participaban en los programas de la organización en la ciudad.
"Detectamos que un supuesto amigo de los niños, después de ganarse su confianza, les empezó a ofrecer dinero a cambio de fotografías y vídeos de contenido sexual a través de una red social. Ellos manifestaban que nunca le habían visto en persona". Fue entonces cuando activaron los protocolos, y tras la denuncia a la policía, dieron con un hombre adulto que ya había abusado de más niños y niñas a través de internet.
Barnahus, la casa de los niños
Save the Children apuesta también por seguir avanzando en la Comunidad Valenciana con el modelo nórdico Barnahus –"casa de los niños" en islandés–, de atención integral donde todas las instituciones que intervienen en un caso de abuso sexual infantil se coordinan y trabajan bajo el mismo techo para evitar la victimización secundaria.
"Ya se ha empezado a poner en marcha las bases para implantar el modelo, pero es necesario seguir avanzando en el mismo. Cuando se ha producido cualquier tipo de violencia ya hemos llegado tarde. Tenemos que asegurar que se siguen garantizando sus derechos con la mejor atención posible", asegura Hernández.
El el ámbito estatal, la organización recuerda que es necesario también que el Gobierno desarrolle una legislación específica que marque el camino para esta justicia especializada que pueda garantizar los derechos de los niños y niñas que han sido víctimas de cualquier tipo de violencia.