
MSC, la mayor naviera del mundo y la principal de las que operan en el Puerto de Valencia, ha renunciado a los proyectos que tenía previsto desarrollar en la futura Zona de Actividades Logísticas (ZAL). La compañía se interesó por los terrenos en 2018 y presentó un proyecto para construir una nave de 20.200 metros cuadrados en la parcela A2, que supondría una inversión de 19,86 millones de euros y la creación de 60 puestos de trabajo directos y 500 indirectos. Además, a través de su filial Medlog Iberia SLU, planteó otra inversión de 35,76 millones para la construcción de una nave especializada en el transporte en frío para congelados y refrigerados, que iba a suponer 25 puestos de trabajo directos y 500 empleos indirectos.
Sin embargo, las trabas burocráticas y el atasco en los tribunales del ZAL han dado finalmente al traste con las inversiones: el presidente de MSC España, Francisco Lorente, ha explicado en Valencia Plaza que desisten por "cansancio y agotamiento" y porque no pueden "seguir esperando". Desde MSC, explican a LD que no renuncian a las naves sino "al emplazamiento dentro de la ZAL por retraso en los tiempos". La empresa está buscando emplazamiento cerca del puerto, "en un radio de unos 12 o 15 kilómetros y cerca del by-pass para facilitar los accesos".
La noticia coincide con el retraso de otro proyecto en el que también está implicada MSC, por el que está batallando la administración autonómica y local del PP y que está pendiente de la aprobación del Consejo de Ministros: la ampliación del Puerto de Valencia. El proyecto para la Terminal Norte, que implicará 1.500 millones de inversión, mil de ellos capital privado de la naviera, lleva casi un año aguardando al último trámite, la aprobación del Gobierno central, imprescindible al tratarse de una inversión pública de más de doce millones de euros.
Tanto la ampliación del Puerto de Valencia como el ZAL son ideas que llevan décadas sobre la mesa. La zona logística a la que ahora renuncia MSC fue impulsada hace 28 años por la entonces alcaldesa Rita Barberá con el objetivo de dotar al puerto de una zona adyacente dedicada a la actividad logística. Para ello se expropió una zona de huertas colindante con el puerto que ya ha sido urbanizada y acondicionada y estaría lista para que las empresas interesadas, entre las que estaba MSC, pudieran levantar sus naves. Sin embargo, la oposición ecologista de varias plataformas que contaron con el respaldo de Compromís, primero en la oposición y luego desde el Gobierno, han ido retrasando las obras, atascadas ahora en los tribunales.
El último varapalo judicial al proyecto llegó en 2022, cuando la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana anuló la resolución de 2018 que aprobaba el Plan Especial de la ZAL. La decisión está actualmente recorrida por el Puerto de Valencia, la Generalidad Valenciana y Valencia Plataforma Intermodal y Logística.
Desde la Autoridad Portuaria de Valencia señalan, informa Europa Press, que "es una decisión empresarial que esta Autoridad Portuaria respeta y debería servir para que se tome buena nota de lo que pasa cuando se demoran los proyectos más de la cuenta", en clara alusión a la terminal norte.
"Nunca ha estado tan en el aire" la ampliación
Desde la asociación de empresarios logísticos Propeller Valencia destacan a LD la importancia de que un gran puerto cuente con estas instalaciones: "Una zona de actividades logísticas dentro o en el límite de cualquier puerto es fundamental porque hay mercancías que requieren de un valor añadido", tal como etiquetado o seguridad, y necesitan de un lugar donde realizarlas "de forma competitiva, sin incremento de costes". El presidente de la asociación, Alfredo Soler, destaca cómo "cualquier puerto mediano tiene una zona así" y cómo Valencia, no obstante, "sigue teniendo problemas judiciales" en torno al ZAL "hasta la fecha de hoy". "Ha pasado lo que temíamos que iba a pasar" y "esta empresa ha decidido no esperar más", señala advirtiendo cómo ahora "está en riesgo una inversión mayor como es la de la terminal norte". En su opinión, si el ZAL hubiera llegado a ponerse en marcha, "de algún modo los tendríamos fidelizados y sería más difícil que se fueran". "Nunca ha estado tan en el aire la inversión de MSC en el Puerto de Valencia como ahora", destaca.
Desde Compromís, mientras, califican lo ocurrido de "batalla ganada". La plataforma Recumerem la Punta - Aturem la ZAL dice que persigue "renaturalizar un polígono industrial y aprovechar para hacer un corredor verde que conecte la ciudad con el Parque Natural de la Albufera". Los empresarios, sin embargo, señalan cómo la zona ya está urbanizada y cómo "llevamos 25 años con ese terreno perdido" y con el compromiso sin cumplir de "dar un mínimo de dos mil puestos de trabajo a los barrios limítrofes", algunos como el de Nazaret con un alto índice de paro y que se beneficiarían de empleos "de buena cualificación".