El presidente de la Comunidad Valenciana no deja de encontrarse con diversas dificultades para llegar a acuerdos con la oposición y poder cumplir con la agenda valenciana para defender sus asuntos fundamentales. Carlos Mazón ha intentado por activa y por pasiva buscar "puntos de encuentro" con la oposición, dejar a un lado sus diferencias políticas, y aunar esfuerzos en favor de los valencianos. Pero, por el momento, sin resultado.
Ya la semana pasada, durante el pleno celebrado en Las Cortes sobre la amnistía, aprovechó para ofrecer un amplio abanico de ofertas para negociar ciertas reivindicaciones con la izquierda, como la reforma de la financiación autonómica o la renovación de los órganos estatutarios. Ante la falta de consenso, el jefe del consejo insistió en su incansable lucha por los intereses valencianos y envió una carta solicitando la presencia de PSPV, Compromís y Vox a una ronda de diálogo para este miércoles. Las respuestas de los partidos eran el presagio de lo recientemente ocurrido.
El PSPV, respondió a la solicitud afirmando su asistencia pero dejó clara su postura de no alcanzar ningún acuerdo con el Partido Popular mientras este siga "normalizando" a Vox y siendo su "rehén". Compromís sin embargo, directamente rechazó la invitación. Por su parte, Vox, su socio de Gobierno, dijo que acudiría por lealtad, pero nada cómodo por la deriva inesperada en el pleno sobre la amnistía hacia la demanda de consenso con la izquierda.
De tal manera, el miércoles por la tarde, sucedió lo esperado. Bajo la impasible fachada del los socialistas, y la irremediable presencia de sus socios, el presidente de la Generalidad volvió a exponer un su amplio listado de propuestas. Actuaciones conjuntas de cara a los Presupuestos Generales del Estado (PGE); la exigencia de un nuevo sistema de financiación autonómica; y la reclamación de la ampliación del Puerto de Valencia. En el ámbito autonómico, la renovación de los órganos estatutarios; y la puesta en marcha de la Mesa del Agua de la Comunidad Valenciana.
Pero las negativas no van a provocar la rendición de Carlos Mazón, que en la sesión de control de este jueves, ha vuelto a asegurar que seguirá ofreciendo acuerdos sobre la agenda valenciana "hasta que se hiele el infierno". El presidente sigue con la mano tendida a la oposición con una determinación absoluta en poner las facilidades "que haga falta", porque si no se llega a un consenso y se pone encima de la mesa una fuerte unión y compromiso en los asuntos claves "otros lo van a hacer por nosotros", ha alertado.
Durante su intervención, la portavoz del PSPV, Rebeca Torró, le ha ofrecido la solución a Mazón: "Si quiere llegar a pactos y a consensos, lo tiene muy fácil: dé la espalda a la ultraderecha" y ha recordado cómo los socialistas ya le tendieron la mano al inicio de la legislatura sin obtener "ninguna respuesta".
Concesiones a Compromís
Un día después del plantón a la reunión para el diálogo, el PP y Compromís han acercado posturas, pero como ha indicado este último, para debatir siempre en el marco de Las Cortes. Este giro se debe a que el jefe del ejecutivo valenciano se ha ofrecido a retirar las dos enmiendas de PP y Vox sobre Á Punt a la denominada ley de acompañamiento a los presupuestos de la Generalidad para 2024.
Las enmiendas pretendían, por un aparte cambiar la composición del Consejo Rector y del Consejo de la Ciudadanía con la introducción de un nuevo miembro a propuesta de la Federación Valenciana de Municipios de Provincias (FVMP); y por otro, cambiar las reglas de su financiación por parte del Consejo, siendo así el 0,3% del total del Presupuesto de la Generalidad la máxima posible. Desde Compromís lo han calificado como "asalto político", a lo que Mazón ha replicado que, si le parecía tal cosa, retiraba la enmienda como muestra de su verdadera entrega. "La retiro, no la ponemos. ¿Le parece suficiente este hecho?".