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Un hombre recibirá 49.000 euros tras sufrir una erección de más de 30 horas

El paciente sufrió secuelas permanentes tras un diagnóstico tardío de priapismo y varios errores médicos.

El paciente sufrió secuelas permanentes tras un diagnóstico tardío de priapismo y varios errores médicos.
Hospital general d'ontinyent (Valencia) | Europa Press

La Generalidad Valenciana ha sido condenada a indemnizar con 49.104 euros a un hombre de 36 años tras sufrir graves secuelas derivadas de un diagnóstico y tratamiento inadecuado de un caso de priapismo. El fallo, emitido por el Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad Valenciana (CJCV), también reconoce una compensación de 5.000 euros para la mujer del afectado por los daños emocionales sufridos durante el proceso. Este caso, que se prolongó durante casi cuatro años, pone de manifiesto fallos críticos en la atención médica ofrecida por la sanidad pública valenciana.

Una emergencia médica mal gestionada

El priapismo es una afección médica caracterizada por una erección prolongada y dolorosa que, de no tratarse a tiempo, puede provocar daños permanentes en los tejidos del pene y disfunción eréctil. Según el dictamen del CJC, la atención médica recibida por el paciente fue inadecuada desde el inicio, con retrasos significativos en el tratamiento y un manejo erróneo de la condición.

El caso comenzó el 5 de julio de 2020, cuando el hombre acudió al Hospital de Ontiyent tras sufrir una erección persistente durante seis horas. A pesar del diagnóstico inicial, fue dado de alta con un tratamiento paliativo y sin tomar medidas contundentes para resolver el problema. Pasadas 20 horas sin mejoría, regresó al hospital, donde, tras una evaluación, un urólogo de guardia recomendó realizar un drenaje y aplicar medidas de asepsia. Aunque el tratamiento produjo una leve mejoría, el paciente fue nuevamente enviado a casa. Solo tras un tercer ingreso, y al empeorar la situación, fue trasladado al Hospital de Xàtiva, donde finalmente quedó ingresado.

Consecuencias irreversibles

El manejo tardío del priapismo derivó en daños irreversibles. El afectado desarrolló un cuadro febril, debido a lesiones en los cuerpos cavernosos, y tuvo que someterse a una intervención quirúrgica para la implantación de una prótesis maleable de pene. Sin embargo, esta solución también fracasó: tres meses después, la prótesis se extruyó debido a una colocación defectuosa, lo que requirió una nueva cirugía.

Como resultado de estas complicaciones, el paciente sufre disfunción eréctil permanente, pérdida de sensibilidad y fuerza en el brazo derecho, y dolor neuropático en la pierna izquierda, secuelas que han deteriorado significativamente su calidad de vida.

Una evaluación que confirma la negligencia

El CJC subraya que el retraso en las pruebas y un diagnóstico inicial incorrecto fueron factores clave en el desenlace de este caso. Tanto el informe pericial como el de la Inspección Médica confirman la responsabilidad de la Administración en la falta de diligencia, lo que ha llevado al órgano consultivo a dictar la compensación económica.

Además, el caso evidencia un fallo en el protocolo de urgencias, dado que el priapismo es una emergencia médica que requiere atención inmediata para prevenir complicaciones graves. Según el CJC, una actuación más temprana y adecuada podría haber evitado muchas de las secuelas sufridas por el paciente.

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