L D (EFE) En 1989 se aprobó un estatuto para el Ente Público de la Red Técnica Española de Televisión (Retevisión) por el que se determinaba que el Estado proporcionaba a través de Retevisión los sistemas de transporte y difusión de señales. Ocho años más tarde, en 1997, se decidió la privatización de Retevisión como punto de partida de la liberalización de las telecomunicaciones en España, al otorgarle una licencia de telefonía fija que le permitiera competir con Telefónica. Retevisión se quedaba así con toda la parte técnica de antenas y locales mientras que el servicio seguía siendo gestionado por el Ente Público de la Red Técnica Española de Televisión, que pasaba a ceder sus siglas a la nueva empresa.
Retevisión fue adjudicada en concurso público al grupo liderado por Endesa y la empresa italiana de telecomunicaciones Stet, participado también por Unión Fenosa y varias cajas de ahorro, que sería el origen del actual grupo de telecomunicaciones AUNA. El servicio portador de la señal de televisión fue liberalizado el 2 de abril de 2000, por lo que dejó de ser monopolio. La reciente reestructuración de AUNA hizo que comenzara a buscar comprador para Retevisión Audiovisual y, entre las ofertas, estaba, además de Abertis (Tradia), la presentada por la empresa Red Eléctrica.
La división Retevisión Audiovisual que incluye entre sus activos la torre de telecomunicaciones del "Pirulí", en Madrid, factura 200 millones de euros anuales y cuenta entre sus principales clientes con todas las cadenas de televisión de ámbito nacional, así como las cadenas de televisión de diversas comunidades autónomas, a las que proporciona servicio tanto con tecnología analógica como con tecnología digital. También da servicio de transporte y difusión de señal de radio con ambas tecnologías, tanto en el ámbito nacional como en el autonómico y local.
Retevisión fue adjudicada en concurso público al grupo liderado por Endesa y la empresa italiana de telecomunicaciones Stet, participado también por Unión Fenosa y varias cajas de ahorro, que sería el origen del actual grupo de telecomunicaciones AUNA. El servicio portador de la señal de televisión fue liberalizado el 2 de abril de 2000, por lo que dejó de ser monopolio. La reciente reestructuración de AUNA hizo que comenzara a buscar comprador para Retevisión Audiovisual y, entre las ofertas, estaba, además de Abertis (Tradia), la presentada por la empresa Red Eléctrica.
La división Retevisión Audiovisual que incluye entre sus activos la torre de telecomunicaciones del "Pirulí", en Madrid, factura 200 millones de euros anuales y cuenta entre sus principales clientes con todas las cadenas de televisión de ámbito nacional, así como las cadenas de televisión de diversas comunidades autónomas, a las que proporciona servicio tanto con tecnología analógica como con tecnología digital. También da servicio de transporte y difusión de señal de radio con ambas tecnologías, tanto en el ámbito nacional como en el autonómico y local.