(Libertad Digital) Para hacer frente a este problema, el principal de los españoles según el CIS, junto al terrorismo y el paro, el Gobierno ha reformado la Ley de Haciendas Locales y ha otorgado a los ayuntamientos la posibilidad de subir el Impuesto de Bienes Inmuebles a los propietarios de viviendas vacías un máximo del 50 por ciento.
El pasado día 22 de abril, el presidente del Gobierno reconoció la necesidad aumentar el parque de viviendas ofertadas en alquiler y las dificultades que se encuentran los caseros con inquilinos morosos, por eso el Gobierno propuso la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil en sus aspectos relacionados con los arrendamientos, con el fin de agilizar los trámites de reclamación de deudas, intentando dar así una mayor seguridad a los arrendatarios.
Aznar también anunció que las sociedades de nueva creación que inviertan en inmuebles para destinarlos al arrendamiento podrán disfrutar de un tipo impositivo "muy reducido", del cinco por ciento, en el Impuesto sobre Sociedades, por las rentas obtenidas de los arrendamientos de estas viviendas, y por las plusvalías obtenidas por la venta de las mismas si se reinvierten en otros inmuebles para alquiler.
Aznar también anunció que las sociedades de nueva creación que inviertan en inmuebles para destinarlos al arrendamiento podrán disfrutar de un tipo impositivo "muy reducido", del cinco por ciento, en el Impuesto sobre Sociedades, por las rentas obtenidas de los arrendamientos de estas viviendas, y por las plusvalías obtenidas por la venta de las mismas si se reinvierten en otros inmuebles para alquiler.
Además, en contrapartida a esta penalización impuesta, de momento, por el Ayuntamiento de Madrid, el Gobierno incentivará a los propietarios que tengan una casa en alquiler o la alquilen a partir de ahora, con desgravaciones en su declaración de la renta –a partir de la de 2003– que podrán llegar hasta el 50 por ciento de los rendimientos de este negocio.