(Libertad Digital) El presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha anunciado que no acudirá a la próxima reunión del Comité Federal del PSOE, que se celebrará el viernes en la sede de Ferraz y en la que estaba previsto discutir los posibles pactos de gobierno del PSC en Cataluña.
Ibarra dice estar harto de la utilización que de su persona se hace en la política madrileña y catalana. Según él, el último ejemplo de este hecho se vivió con la tergiversación de sus palabras de apoyo a un pacto entre PSC y CiU. En declaraciones a la Cadena SER, el presidente de la Junta extremeña no pudo esconder su malestar: "Que defienda la unidad de España quien quiera, que yo voy a defender a los tabaqueros extremeños que es lo único que me preocupa en este momento".
"Dije exactamente que nosotros preferimos un gobierno estable sin riesgo para la integridad territorial. Y yo, personalmente, desearía un gobierno con Maragall de presidente", añadió Ibarra. El barón socialista está "hasta el gorro de los políticos catalanes, del partido que sean" y explicó que le importa "un pepino" con quién pacte Maragall, Carod-Rovira o Mas. "Yo estoy preocupado con el problema del tabaco de mi tierra, que hay 20.000 familias que se van a quedar sin comer, y a mi me da tres leches lo que pacten", reiteró el presidente extremeño.
Y el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, cree que el enfado de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, obedece a que "continúa sin entender nada" y que "le pasa lo que le pasa porque habla a menudo de Cataluña". Y para dar ejemplo, añadió que "yo no hablo de Extremadura y dejo para los extremeños y para su gobierno las decisiones que tengan que tomar sobre lo que interesa a Extremadura. Si ellos hacen lo mismo respecto a Cataluña, seguramente dejará de ser el político de referencia".
Un recuerdo para Carod Rovira y otro para Aznar
Rodríguez Ibarra tuvo un recuerdo especial para el líder de ERC, Josep Lluis Carod Rovira. Del independentista Rovira dijo que se cree "el rey del mambo" por obtener el 16 por ciento de los votos. "Que diga todas las barbaridades que le dé la gana sobre mí, que tengo un 53 por ciento. Que con el 16 por ciento algunos se creen que le ha tocado la lotería", añadió.
Tampoco se olvidó de José María Aznar: "El otro día dije que nadie debería abandonar la política porque yo creía que Aznar estaba preocupado por España y la respuesta de Aznar fue darle una bofetada a Zapatero a mi costa. Yo soy un estúpido metido a político porque yo pensaba que ayudaba a Aznar y a mi país, pero he visto que a este señor no le preocupa la unidad de España, sino darle leña a Zapatero, y ponerme en una situación difícil en mi partido, y ya estoy hasta el gorro". Zapatero ha dicho entender el "enfado" de Ibarra, porque, como él, coincide en "la utilización inaceptable" por parte Aznar de las manifestaciones del presidente extremeño.
Elorza pide un "liderazgo mucho más acusado" y aplicar la "autocrítica"
Por si las palabras de Ibarra no era suficientes, el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza (PSE-EE), ha decidido sumarse a la fiesta. Elorza ha reconocido que el PSOE "quizás atraviese una etapa de cierta pérdida de credibilidad". Además, dijo que este partido "tiene que tener un liderazgo mucho más acusado", así como "generar más ilusión" y aplicar la "autocrítica". En una entrevista en ETB recogida por Efe, consideró que la "presión" del PP sobre el PSOE y hechos como los de la Comunidad de Madrid hacen que "no acabemos de arrancar y que tengamos en los últimos meses unos resultados electorales por debajo de lo esperado".
El polémico alcalde de San Sebastián, que hace días presumía del "toque" que le había dado la Ejecutiva de su partido, ha añadió que "hay muchas ganas de remontar, por lo que he podido comprobar después de lo que ha sucedido en Cataluña, y el Partido Socialista tiene que coger fuerza desde la autocrítica, atraer gente joven y preparar las elecciones de marzo con mucha fuerza y nuevas ideas, porque puede ser para nosotros muy duro". Elorza dijo que en las elecciones catalanas "hemos cosechado una derrota impensada, que nos ha sumido en una tristeza evidente", aunque explicó que ello no desembocará en una crisis en el Partido Socialista porque "Maragall tiene muy buena relación con Zapatero y todo ello hace que las cosas no vayan a ir a más". En este sentido, mostró su esperanza en que el PSC "pueda intentar configurar un gobierno de izquierdas".
