L D (EFE) El crecimiento del PIB del 2,8 por ciento fue resultado de un aumento de la demanda interna del 3,8 por ciento (frente al 3,1 por ciento anterior) y una aportación negativa del sector exterior de un punto (seis décimas más). El crecimiento intertrimestral se situó en el 0,6 por ciento, una décima inferior al trimestre precedente.
La aceleración de la demanda interna reflejó el impulso combinado del consumo y la inversión, especialmente en bienes de equipo, mientras que el incremento de la contribución negativa del sector exterior se debió al mayor avance de las importaciones respecto a las exportaciones. Así, el consumo privado avanzó en el primer trimestre el 3,3 por ciento (tres décimas más), con especial dinamismo del gasto en bienes duraderos, y el público el 4,7 por ciento (una décima menos).
La inversión pasó del 2,5 al 3 por ciento de aumento, debido a la expansión del componente de bienes de equipo, que creció el 1,6 por ciento, frente al 0,1 por ciento anterior. Por su parte, la construcción mantuvo un crecimiento igual al trimestre precedente, del 3,6 por ciento, lo que confirma, según el INE, la moderación de su ritmo de avance, debido al menor pulso de la obra en infraestructuras. En cuanto al sector exterior, las exportaciones se aceleraron desde el 1,8 al 4,1 por ciento y las importaciones pasaron del 2,7 al 6,7 por ciento, lo que provocó una contribución más negativa de la demanda externa al PIB.
Desde el punto de vista de la oferta, destaca la aceleración de las ramas agraria y pesquera, del 4,2 al 4,7 por ciento, mientras que la industrial y energética avanzó el 1,1 por ciento (desde el 0,8 por ciento previo), y los servicios el 3,4 por ciento (siete décimas más). Por último, el sector de la construcción mantuvo un crecimiento idéntico al trimestre previo, del 3,5 por ciento.
En lo que se refiere al mercado laboral, el empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció el 2,1 por ciento, tasa igual a la del trimestre anterior, lo que supone la creación de 343.000 empleos netos en los últimos doce meses. El INE destaca el menor dinamismo del empleo en la construcción, que pasó de crecer el 4 al 4,5 por ciento, y la recuperación parcial del tono contractivo de las ramas industriales.
El incremento de la productividad aparente del factor trabajo se situó en el primer trimestre del año en el 0,7 por ciento, una décima superior al periodo anterior. Asimismo, la remuneración de los asalariados se desaceleró dos décimas y quedó en el 6,6 por ciento, por el menor ritmo de avance del número de asalariados. Esa evolución, unida a la de la productividad, dio lugar a una estabilización del crecimiento del coste laboral unitario en el 3,5 por ciento.