L D (EFE) El informe, que fue presentado este viernes por el gobernador, Jaime Caruana, al Consejo de Gobierno de la entidad, reseña que la prolongación de un patrón de crecimiento asentado en tipos de interés reducidos y la fortaleza del consumo privado y la construcción, plantea "algunos riesgos para su continuidad a largo plazo", relacionados con la posición financiera de las familias y la competitividad.
En el documento, el Banco de España pide que la aceleración de los precios de los últimos meses no se traslade a márgenes y salarios y, en este sentido, reclama una reforma del sistema de negociación colectiva para establecer mayor relación entre los aumentos salariales y las condiciones específicas de las empresas y los trabajadores.
Respecto a las empresas, el Banco de España destaca que la buena evolución de los resultados de las empresas no financieras, el mantenimiento de una moderada carga financiera y el saneamiento acometido por algunas grandes compañías hacen que la situación del sector sea, en principio, favorable para el dinamismo del empleo y la recuperación de la inversión. No obstante, el endeudamiento alcanzado por algunas sociedades podría condicionar su acceso a fuentes externas de financiación para sus proyectos de inversión, según indica el Banco de España en su informe anual correspondiente al 2003.
Según el documento presentado al Consejo de Gobierno por el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, los indicadores que evalúan el impacto de la posición financiera de las empresas sobre la inversión y el empleo, muestran, por una parte, una presión financiera inferior al promedio histórico y, por otra, una mejoría en el 2003, tras tres años de cierto deterioro. El informe, donde se incluyen las expectativas de crecimiento de los beneficios de las empresas no financieras cotizadas, también alerta de que algunas sociedades que durante el 2003 han llevado a cabo medidas de saneamiento de sus balances, podrían condicionar sus decisiones de gasto a los progresos que realicen en ese proceso. Además, los elevados niveles de deuda implican una mayor exposición a un posible aumento en los tipos de interés o a una evolución desfavorable de otras variables que influyen sobre su capacidad para hacer frente al pago de la deuda.
En concreto, el informe apunta que un eventual aumento en los costes de financiación podría afectar a las decisiones de inversión o contratación de algunas compañías de manera más intensa que en el pasado, especialmente en un contexto en el que las expectativas de beneficios a largo plazo, al menos en el caso de las empresas cotizadas, no muestran todavía signos claros de mejoría. El Banco de España explica que el análisis de la posición financiera de las empresas constituye un elemento importante a la hora de evaluar las perspectivas del sector relativas al uso de factores productivos como el empleo y el capital físico.