L D (EFE) En virtud de la Ley de Retorno, aprobada en 1950, todos los judíos tienen derecho a recibir automáticamente la nacionalidad israelí. Asimismo, la mencionada ley garantiza a los recién llegados una serie de ayudas estatales, exenciones fiscales incluidas.
Desde entonces se han trasladado a Israel más de dos millones de judíos; la última gran oleada migratoria (un millón de personas) la han protagonizado los procedentes de los países que antiguamente conformaban la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Recientemente Ariel Sharon hizo un llamamiento a los judíos residentes en Francia; llamamiento que provocó una airada protesta del Elíseo. El Hexágono es el país de Europa con mayor población judía (600.000 personas), que está siendo víctima de una creciente oleada de antisemitismo. Según las propias autoridades francesas, sólo en el primer trimestre de 2004 se han registrado 67 ataques contra hebreos o propiedades de hebreos, así como 160 amenazas.
El presidente de Francia, Jacques Chirac, replicó al primer ministro de Israel que no sería bienvenido en París hasta que no se retractara de sus afirmaciones. Un día después el propio Chirac daba por zanjada la crisis por medio de una carta que remitió a su homólogo israelí, Moshé Katsav, si bien siguió exigiendo “explicaciones”. Sharon rechazó tal exigencia.
Los inmigrantes que llegan este miércoles a Tel Aviv gestionaron su traslado hace ya meses, antes de la mencionada crisis diplomática. No obstante, y dada la proximidad entre ambos hechos, fuentes del Gobierno israelí citadas por la agencia EFE aseguraron que Sharon no tiene segundas intenciones al ir a recibirlos personalmente, y recordaron que suele acudir al aeropuerto Ben Gurión varias veces al año.
Israel espera que en 2004 lleguen unos 3.000 judíos procedentes de Francia, cifra tres veces superior a la registrada en 2001.
Israel espera que en 2004 lleguen unos 3.000 judíos procedentes de Francia, cifra tres veces superior a la registrada en 2001.