En la encuesta de El Mundo, realizada por Sigma 2, el 39, 8% de los encuestados piensa que ganó Rajoy frente al 30,9% que cree que ganó Zapatero. Un 43,5% piensa que Rajoy estuvo más convincente y agresivo (48,5%) frente al 48,5% que piensa que el presidente del Gobierno estuvo más conciliador.
El 40,4% dice que Rajoy estuvo bien frente al 26,6% que cree que estuvo mal. En cuanto a Zapatero, un 37,6% dice que estuvo mal y un 25,6% cree que estuvo bien. El 78,8% de los españoles se muestra a favor del pacto para la crisis y sólo el 13,6% lo rechaza. Los socialistas se muestran más partidarios del pacto (un 88,4%) que los votantes del PP (79,4%).
El sondeo realizado por NC Report para La Razón también da ganador al Rajoy por un (42,3%) frente a un 37,5% que piensa que ganó Zapatero. El líder del PP saca 5 puntos a Zapatero. Según esta encuesta, el 57,9% de los españoles cree que el debate no servirá para remontar la crisis frente al 32,2% que cree que sí servirá.
Lo más valorado del discurso de Zapatero fue su oferta de pacto (un 20,5%), mientras que lo más apreciado de Rajoy fue la crítica a la política económica del presidente (23,6%). Mientras, lo peor de Zapatero fue su negativa a rectificar (21,8%) y de Rajoy (17,3%) su rechazo a pactar.
En cuanto a los editoriales, más o menos lo esperado según la línea ideológica de cada periódico. Zapatero sólo sale bien librado en El País y la actuación de Rajoy se valora positivamente, salvo en El País.
EL MUNDO acusa a Zapatero de "confundir sus deseos con la realidad al predecir una pronta recuperación de la economía" y considera que "no fue capaz de plantear medidas nuevas ni de demostrar que tiene un remedio eficaz contra la crisis".
De Rajoy dice que estuvo "certero en el diagnóstico" y ofreció iniciativas. Sin embargo considera que ninguna de las soluciones del líder del PP –elecciones anticipadas o destitución del presidente por el PSOE- son "realistas", por lo que "sólo resta la alternativa del pacto" y pese a tener razón en ser escéptico "tiene la obligación de intentarlo". "La cuestión clave es hasta dónde está dispuesto a llegar el presidente, si piensa en simples retoques de su política o aceptaría cambios en profundidad".
Para El Mundo, la comisión encabezada por Salgado, Sebastián y Blanco es una muestra de que va en serio. "Por primera vez, Zapatero es favorable a una negociación sin condiciones previas", dice el periódico de Pedro J., que no descarta que el presidente "se haya dado cuenta de que la economía requiere reformas que él no puede abordar sin el respaldo de otros partidos". Por ello, considera que "el PP no debería desdeñar este última y tardía oportunidad".
EL PAÍS llega a la conclusión de que "no hay posibilidad de un pacto político anticrisis", arremete contra Rajoy, cuya intervención califica de "intempestiva" y le reprocha que condicione "cualquier pacto a que el Gobierno aplique la política económica del PP". Y no digamos lo que le parece que Rajoy llamara a sustituir al presidente. Dice que es "inoportuno" poco juicioso y una "perogrullada" decir que no tiene votos para promover una moción de censura.
De Zapatero, tocan loas esta semana. "Describió ayer lo que puede ser una política económica aceptable…definió correctamente las tareas prioritarias para recuperar la solvencia de las financias públicas…". Rajoy se lleva la peor parte. Dice que su respuesta "careció de tacto político y abundó en el tremendismo retórico que encandila en la bancada popular" y califica su discurso de "atronador" y "sostenido en estribillos de poco calado".
Y aconseja a Rajoy el camino a seguir. "No se trata de que la oposición gobierne, sino de que apoye las decisiones del Gobierno". Concluye que el debate definió "un Gobierno poco firme que busca apoyos políticos para la tarea del ajuste fiscal y financiero y un PP destemplado que se descalificó un poco más como opción de gobierno".
LA RAZÓN alaba sin paliativos a Rajoy, del que dice que estuvo "brillante y convincente" y chocó con un "Zapatero más preocupado en ganar tiempo…que en ejercer de cirujano de hierro". Cree La Razón que el presidente "solventó discretamente el lance", pero "apareció más solo que nunca y con la chistera de las soluciones totalmente vacía" y califica sus "invocaciones al pacto" de "recurso retórico sin concreción ni contenido". Valora el anuncio de la comisión pero cuestiona que no esté en ella ni Corbacho ni el propio Zapatero.
"El presidente del Gobierno se aferró al discurso que traía escrito y a su optimismo patológico" para decir "que pronto saldremos de la crisis". Y afirma que "Zapatero no fue ayer al Congreso a prometer sangre, sudor y lágrimas, sino a pedir un cheque en blanco". "Ni Rajoy ni ninguno de los portavoces de la oposición se lo dieron. El líder del PP fue muy claro: o rectifica o no habrá pacto". La Razón se refiere a la petición del líder del PP al PSOE de que echen a su jefe como una "travesura de Rajoy que desperezó a un grupo socialista que sesteaba con gran ahínco".
ABC concluye que "el presidente del Gobierno sigue empeñado en esperar que los problemas se arreglen por sí mismos y carece de un programa coherente para afrontar" la crisis. Califica de "absurda" y "huida hacia delante" la propuesta de la comisión, mientras que afirma que "Rajoy ofreció la mejor versión de un líder dispuesto a afrontar en serio los problemas que preocupan a los ciudadanos".
Acusa a Zapatero de "intentar marear la perdiz cuando reprocha al PP que no se atreva a presentar una moción de censura" mientras que él intenta "ganar tiempo a ver qué pasa". "La contundencia de Rajoy puso de relieve la pasividad del Gobierno", considera el diario, que pide al presidente que no busque "transferir al PP las responsabilidades que incumben en exclusiva al Gobierno".
LA GACETA dice que el presidente "está escurriendo el bulto de sus responsabilidad" proponiendo "planes de choque francamente chocantes" por "vacíos" y "tautológicos". Sin embargo, Rajoy "estuvo en su sitio con firmeza y argumentos".
Califica las medidas de Zapatero de "botes de humo para ganar tiempo" mientras que Rajoy "estuvo tajante y acertado" en su diagnóstico del problema. "La soberbia, los prejuicios ideológicos y el miedo a la impopularidad le impiden a Zapatero aceptar" las condiciones de Rajoy colaborar. "Zapatero ya no cuela, no engaña a nadie su retórica hipócrita", dice y continúa "no tiene interés por otra cosa que seguir en el poder".
LA VANGUARDIA dice que Rajoy hizo una "descalificación total del presidente del Gobierno para dirigir la salida de la crisis. Puso el dedo en llaga cuando afirmó que el problema no es la desconfianza en la economía española, sino en el propio Zapatero" pero cree que "cualquier otra alternativa que no sea colaborar con eficacia para corregir el rumbo del Gobierno es una falta de responsabilidad".
Sin embargo cree que "Rajoy por sí sólo tampoco representa la solución" porque aunque llegara al poder necesitará del PSOE para aplicar su programa económico. "Las reformas que requiere la economía española… son de tanto calado que sólo pueden llevarse a cabo por consenso".
Valora positivamente la comisión Salgado-Blanco-Sebastián a la que califica de "plan de trabajo abierto a todos los partidos" y cree que todos "deben tomarse muy en serio el trabajo de esa comisión" y no permitir "que sea una nueva argucia del presidente Zapatero para ganar tiempo y no solucionar nada, tal como teme Rajoy".