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"Patrimonio actúa como una checa cultural revanchista contra el Valle de los Caídos"

Patrimonio Nacional, dependiente de De la Vega, trasladará La Piedad del Valle de los Caídos a pesar de los informes contrarios. El hijo de Juan de Ávalos, autor de la escultura, se ha mostrado muy duro y ha hablado de una "checa cultural"y de una situación provocada por el Estado.

En un escrito en La Gaceta, Juan de Ávalos, hijo del escultor del Valle de los Caídos, ha criticado el papel de Patrimonio Nacional y del Gobierno en su campaña de acoso al complejo de Cuelgamuros. Y es que el Ministerio dirigido por De la Vega ha decidido retirar la escultura de La Piedad bajo el pretexto de una restauración.

Sin embargo, Juan de Ávalos afirma que dicho informe “tiene escasísima base científica y son, simplemente, opiniones fácilmente rebatibles con la documentación técnica que poseemos”. Así, considera esta medida un grave error que sólo se entiende por “la particular prepotencia de la Administración que la hace ignorar los informes externos”.

El presidente de la Fundación Juan de Ávalos es consciente de que sus palabras son “políticamente incorrectas” aunque afirma que “la actuación de Patrimonio parece la de una checa cultural revanchista contra el Valle de los Caídos”.

En su opinión, este acto orquestado por Patrimonio Nacional sería un “acto de terrorismo cultural, más propio de lo que hicieron los talibanes con los budas de Afganistán que de nuestra civilización occidental”.

“Nos indicaría que los rescoldos de las dos Españas de la Guerra Civil siguen humeantes y existen quienes están dispuestos a soplar sobre las brasas”, senencia De Ávalos.

De este modo, afirma que tanto la Comunidad Benedictina como la Archidiócesis de Madrid se oponen a esta medida ante “el continuo hostigamiento por parte de altos funcionarios adscritos al Ministerio de la Presidencia. Además, habla de la oposición de la fundación que dirige e incluso de plataformas de ciudadanos y de la Comunidad de Madrid.

Para concluir, habla de “una situación que, por absurda, parece políticamente provocada por el Estado, con intención -como ya va siendo habitual- de generar polémicas y enfrentamientos, a fin de desviar la atención de sus votantes más a la izquierda de los verdaderos y auténticos problemas cotidianos”.

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