Piden a la BBC que no ceda ante las discográficas y ponga música clásica en internet

LD (EFE) La radio holandesa ha querido homenajear al director Bernhard Haitink con motivo de su ochenta cumpleaños ofreciendo descargas diarias de sus conciertos con la orquesta del Concertgebouw, elegida recientemente por un panel internacional de expertos como la mejor del mundo, por encima incluso de las Filarmónicas de Viena y Berlín.

Durante una semana y a partir del 9 de marzo, cualquiera podrá disfrutar de esos conciertos, según puede ya leerse en la página de internet de la emisora neerlandesa.

Haitink ha estado también muy vinculado a la vida musical de Gran Bretaña como director musical de la London Philharmonic Orchestra, del Festival de Glyndebourne y de la Royal Opera House del Covent Garden durante sus años más difíciles. El veterano director se ha venido ocupando asimismo de la Chicago Symphony Orchestra desde la salida de Daniel Barenboim, que dejó ese puesto en el 2006 y a quien no sucederá Riccardo Muti hasta la temporada del 2010/11.

Lebrecht, que es crítico cultural del vespertino Evening Standard, propuso a la BBC seguir el ejemplo holandés, ofreciendo también gratuitamente en internet algunos de sus conciertos, pero se encontró con la negativa de la emisora, que argumenta que su patronato se opone.

Beethoven tuvo demasiado éxito

En un artículo en el vespertino Evening Standard, Lebrecht atribuye la resistencia de la BBC a las presiones de la industria discográfica tras el éxito que la emisora obtuvo hace cuatro años al difundir al mundo por internet las nueve sinfonías de Beethoven interpretadas en Manchester por la BBC Philharmonic.

Aquella iniciativa dio lugar nada menos que a 1,4 millones de descargas en todo el mundo, la mayor audiencia que ha tenido nunca Beethoven desde que se inventaron los discos, recuerda Lebrecht, según el cual antes de que la emisora pudiera hacer lo mismo con Bach durante unas Navidades intervinieron las discográficas.

En febrero del 2007, el patronato de la emisora pública británica (el llamado BBC Trust) dictaminó que la música clásica sería "excluida totalmente" hasta nueva orden de las descargas de internet, lo que Lebrecht equipara a una capitulación ante la industria.

No importa, comenta, que en aquel caso el copyright no cubriera ya a Beethoven o que los intérpretes fueran empleados de la BBC, que reciben sus sueldos del erario público. Sólo contaron los argumentos de las discográficas, que alertaban de que algunas de ellas podrían quebrar si se permitían más descargas gratuitas.

El crítico se pregunta, al margen del homenaje a Haitink, por qué no se aprovechan los aniversarios, este año de Henry Purcell, nacido en 1659, y George Friedrich Händel, fallecido en 1769, dos compositores que forman parte del legado cultural británico, para ofrecer gratuitamente algunas de sus mejores obras, como se hizo en su momento y con tanto éxito con las sinfonías de Beethoven.