LD (EFE) Muchas madres embarazadas viajan, por ejemplo, a Hong Kong -que funciona de forma independiente en cuestiones sanitarias y no aplica la política de un solo hijo- para dar a luz allí, algo que ha producido saturación en los hospitales de la ex colonia británica.
"Debido a la creciente movilidad de los ciudadanos chinos y a las transformaciones sociales, se ha vuelto más complicado regular la política", destacó en una entrevista al diario China Daily Zhang Weiqing, antiguo director de la Comisión Nacional de Planificación Familiar.
Zhang se quejó de la elevada cifra de ricos y famosos que incumplen la política, algo que según él "ensombrece la ley, mina la igualdad social e incluso la estabilidad ".
Multas que equivale a 10 años de salario
Hace dos años, la dictadura comunista china aumentó las multas a las familias que violen la política, que actualmente equivalen aproximadamente al salario de 10 años de un trabajador chino (lo que puede oscilar de unos 2.000 euros ó 2.800 dólares en la China rural a 20.000 ó 28.000 dólares en las zonas urbanas).
Muchas familias de la naciente clase alta china, no obstante, están dispuestas a pagar ese precio por tener dos o más hijos, o para viajar a otro país, tener allí el niño y que de paso obtenga un pasaporte más cómodo para viajar que el chino.
La política del hijo único fue establecida a finales de la década de 1980 en China para frenar la superpoblación de este país, que confía en estabilizar con ella su población antes de mediados de este siglo. Aunque Pekín considera un éxito la aplicación de esta política, la realidad es que ha traído serios problemas,como el desequilibrio de sexos, el elevadísimo número de abortos y abandonos de niñas o el rápido envejecimiento de la población. Además de eso, por supuesto, se trata de un importante ataque a la libertad individual.
"Debido a la creciente movilidad de los ciudadanos chinos y a las transformaciones sociales, se ha vuelto más complicado regular la política", destacó en una entrevista al diario China Daily Zhang Weiqing, antiguo director de la Comisión Nacional de Planificación Familiar.
Zhang se quejó de la elevada cifra de ricos y famosos que incumplen la política, algo que según él "ensombrece la ley, mina la igualdad social e incluso la estabilidad ".
Multas que equivale a 10 años de salario
Hace dos años, la dictadura comunista china aumentó las multas a las familias que violen la política, que actualmente equivalen aproximadamente al salario de 10 años de un trabajador chino (lo que puede oscilar de unos 2.000 euros ó 2.800 dólares en la China rural a 20.000 ó 28.000 dólares en las zonas urbanas).
Muchas familias de la naciente clase alta china, no obstante, están dispuestas a pagar ese precio por tener dos o más hijos, o para viajar a otro país, tener allí el niño y que de paso obtenga un pasaporte más cómodo para viajar que el chino.
La política del hijo único fue establecida a finales de la década de 1980 en China para frenar la superpoblación de este país, que confía en estabilizar con ella su población antes de mediados de este siglo. Aunque Pekín considera un éxito la aplicación de esta política, la realidad es que ha traído serios problemas,como el desequilibrio de sexos, el elevadísimo número de abortos y abandonos de niñas o el rápido envejecimiento de la población. Además de eso, por supuesto, se trata de un importante ataque a la libertad individual.